La violencia ha hecho que
Sinaloa sea un estado ingobernable, por ello, las autoridades, empezando por el Gobernador Jesús A
guilar Padilla, deberían de pensar en
renunciar pues es obvio que no han podido contra este cáncer que cada día cobra más víctimas, y donde la sociedad se siente secuestrada en su propia casa.
Qué esperan el Procurador Luis
Antonio Cárdenas F
onseca, y la Secretaria de Seguridad Pública, Josefina
García Ruiz, para presentar sus renuncias, si todos sabemos que han fracasado en su lucha contra la delincuencia. ¿Para qué están?
Los últimos hechos violentos suscitados dan muestra de la grave corrupción y del miedo que hay entre las corporaciones
policiacas. Y para muestra cuatro botones:
El 10 de julio fueron asesinadas 11 personas, entre ellas dos policías ministeriales que estaban enfrente de la corporación
policiaca. Los delincuentes se dieron el lujo de perpetrar tres hechos casi simultáneos, incluso en la huida
balacearon patrullas de la Marina enfrente de unos juzgados federales. Para colmo, pasaron por enfrente del Palacio de Gobierno y nadie supo dónde se metieron. Al menos eso dicen. Cómo es posible que maten en sus propias narices a 11 personas y pasen por la avenida
Insurgentes sin que nadie los detenga. La corrupción lo hace posible.
Otro hecho de la semana pasada fue la
balacera en una vivienda del fraccionamiento Rincón del
Humaya. Se enfrentaron grupos de narcotraficantes por varios minutos y descargaron cientos de balas y algunas granadas, sin que las corporaciones
policiacas y los soldados aparecieran. Los vecinos hablaron al servicio de emergencias 066 y no les hicieron caso. Los policías y soldados llegaron aproximadamente media hora después de terminada la
balacera y los sicarios huyeron.
Otro caso fue el asesinato de ocho personas, entre ellas varios menores de edad, en pleno bulevar Rosales de
Guamúchil. Ahí también la
balacera duró buen rato y ningún policía apareció, a pesar de estar a pocas cuadras la partida de la
PME y la corporación municipal.
Otro caso fue el presunto enfrentamiento entre grupos rivales en la colonia 10 de Mayo, en
Culiacán. Otra vez se repitió la historia, cientos de balas, granadas, bombas
molotov y hasta un coche "bomba" dejan en el lugar y los policías ni se presentan, sólo hasta que el peligro pasó.
Como siempre, los vecinos se quedaron a merced de los sicarios. Ya parece un estado de guerra. Ni el medio oriente nos iguala.
Por eso, ante la
icapacidad de las autoridades, es hora de que el pueblo se una para repudiar la violencia y hacer un llamado a la paz.
Pero al mismo tiempo, pedir a las autoridades, comenzando por el Gobernador, que mediten su estancia en sus puestos. Si no pueden, dejen a otros que hagan algo por
Sinaloa.
Este domingo 20 de julio a las 18:00 horas, cientos de
sinaloenses saldrán a manifestarse frente a Catedral para exigir paz y justicia. No hay que faltar.