viernes, 16 de diciembre de 2011

Parricidio parte 3


Trastorno de la personalidad


¿Cómo es Mario Alberto?

El joven acusado de matar a su mamá y a sus tres hermanos es callado y aparentemente normal; tiene personalidad sicótica, analiza un sicólogo; los parricidios son cometidos por adultos varones jóvenes, solteros que viven con sus víctimas y sufren violencia intrafamiliar, aseguran especialistas


Guillermo Gallardo
Tercera parte

Mario Alberto Coyotl Vidaña parecía una persona normal que pasaba desapercibida entre la gente. Se confundía con los vecinos de San Manuel, entre los que esperaban el camión y los que acudían a cualquier lugar público.
“Era un muchacho bueno y tranquilo”, aseguran algunos vecinos.
Serio, callado, a sus 19 años. Pero hoy se encuentra en la cárcel acusado de matar a su mamá y a tres hermanos.
Desde hacía tiempo, el hogar de Mario Alberto se había “derrumbado”. Su familia sufrió una gran ruptura desde hace varios años, pero se agudizó en 2009 cuando su padrastro fue acusado penalmente por su madre de violencia intrafamiliar y atentados al pudor, en contra de su propia hija.

El domingo 23 de octubre de 2011, según la averiguación previa de la PGJE, el joven salió temprano del ejido San Manuel donde vivía, hacia Eldorado, donde estuvo tomando cerveza con unos amigos, quienes lo regresaron a su rancho entrada la tarde, donde siguió consumiendo alcohol.
Ya en su casa, detalla la declaración del ahora detenido, se fue a la parte de atrás y encendió un cigarro de mariguana.
De acuerdo con su confesión, desde hacía cerca de tres años (a los 16 años de edad) había caído en el abismo de las drogas y la crisis iba en aumento.
La investigación establece que bajo el influjo del alcohol y las drogas, tomó una pala, entró a su casa y mató a sus tres hermanos, Mariana, de 16 años, Geovani, de 13, y Jonathan, de 9.
De acuerdo con el expediente procesal 237/2011, el joven, luego de cometer el triple crimen, abusó de su hermana.
Y ahí se quedó esperando a su mamá María de los Ángeles Vidaña hasta las 23:00 horas cuando llegó de su trabajo a descansar y a dormir con sus hijos.
Pero fue recibida con un golpe seco y contundente que no le dio tiempo de reaccionar.
Los cuerpos fueron encontrados tres días después cuando los vecinos extrañaron a la familia. Al principio se pensó que el padre, Gabino Coyotl Martínez, había sido el culpable y que se había llevado con él al niño más chico. Pero no era así. Mario Alberto anduvo escondiéndose en los alrededores de San Manuel y apareció precisamente el día del funeral de su familia, ante el asombro de los que lo creían muerto.
El joven quiso culpar a su padrastro del múltiple crimen, pero cayó en contradicciones y terminó confesando su culpabilidad.
Aunque este ha sido uno de los casos que históricamente más ha impactado en la sociedad sinaloense, en la entidad se han presentado al menos cinco parricidios en los últimos cinco años.
El primero sucedió en 2007 cuando un joven de 19 años mató a su papá, a tres medias hermanas y a su madrastra. Por este caso el parricida fue sentenciado a 87 años de cárcel.
Uno se perpetró en abril de este año cuando un joven de la misma edad fue capturado por el asesinato de su mamá en el fraccionamiento Barrancos. Otros tres más se cometieron en Culiacán en este periodo.

¿Con personalidad sicopática?

Pero ¿quién es Mario Alberto? ¿Cómo era antes del crimen?, ¿qué lo llevó presuntamente a cometer el parricidio?
De acuerdo con Gustavo Bernal, especialista de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Coyotl Vidaña, por lo publicado en los medios de comunicación, presenta la siguiente estructura familiar:
“Tenía una supervisión parental deficiente (rechazo o privación de uno o ambos padres), separación paterna; además en el contexto familiar se presenta disfunción y violencia intrafamiliar”, explica.
Aparentemente, indica, también está presente la promiscuidad, el alcoholismo y el abuso de sustancias sicoactivas.
El sicólogo manifiesta que además se percibe en la dinámica familiar, vínculos patológicos, ya que era una familia donde se vivía y convivía al límite de la disolución, era un espacio compartido, pero a la vez irreconciliable.
“El divorcio o separación de los padres pudo ser un factor que incrementó los vínculos violentos, que si bien ya existían al interior de la familia, y el victimario es miembro de ésta, el abusador tiende a manipular a través de su poder valiéndose de su rol y así pervertir los vínculos familiares”, asevera.
El catedrático de la UAS añade que con estos datos se puede uno imaginar qué pasaba por la mente del joven antes del parricidio.
Las personas que cometen fratricidio y parricidio pueden estar bien integradas a la sociedad y ser funcionales a su interior, pueden pasar por personas tranquilas y que no se meten en problemas, como cualquier otro sujeto que toma el camión junto con los demás sin problemas, analiza el especialista.
Mario Alberto, considera, en lugar de callar y guardar silencio, habló a través de su acto multihomicida.
“Además de los problemas intrafamiliares, encontramos otros factores desencadenantes: las drogas y el alcohol, que son factores que considero no se pueden atribuir a la etiología (causa, origen) del crimen”.
“Si bien, el uso y abuso de estas sustancias generan mecanismos desinhibidores que relajan la percepción de los límites entre lo permitido y lo prohibido, es indispensable, para cometer este tipo de crímenes, tener una estructura de personalidad sicopática”, sostiene.
“Un sicópata no siente, tiene congelados sus efectos, se define por la frialdad con la que actúa, presenta ausencia de empatía con la o las víctimas y sobre todo carece de culpa”, subraya Bernal.
“La familia dejó de ser el ámbito de protección y cuidado del sujeto que antaño se proclamaba, actualmente habría que ver a la familia como un agente criminógeno”, concluye.
Para Elizabeth Ávila Carrancio, directora del Instituto Sinaloense de las Mujeres, el muchacho que presuntamente asesinó a su mamá y a sus tres medios hermanos, tiene características de abusos, de haber vivido violencia intrafamiliar, por la forma en que comete el crimen.

'Personas trastornadas'

De acuerdo con especialistas en siquiatría criminal, los parricidios son cometidos principalmente por adultos varones jóvenes, solteros, desempleados, que viven con sus víctimas, sufren violencia intrafamiliar y abusan del alcohol y las drogas.
Según la Encuesta Nacional de la Juventud, en México hay 7.8 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años que ni estudian ni trabajan, debido a la falta de oportunidades de empleo y educación, los cuales son susceptibles de ser “enganchados” por la delincuencia y las drogas.
También pueden cometer parricidios los niños gravemente maltratados o que tienen enfermedades mentales como sicosis o retardo mental, o cuando el menor es peligrosamente antisocial.
Para la doctora Feggy Ostrosky-Solís, del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la UNAM, el ser humano nace con una predisposición y con sentimientos básicos hacia el prójimo que se puede modificar, moderar o expandir para producir conductas antisociales.
“Sin embargo, también nacemos con un potencial para manifestar conductas destructivas, antisociales y deshumanizantes”, expone en su libro Mentes Asesinas, la Violencia en tu Cerebro.
Estas conductas se verán reflejadas de acuerdo con el entorno social en el que se desarrolle el individuo, sobre todo si son maltratados, sobreprotegidos y tienen una vida de violencia.
La especialista de la UNAM hace un análisis de las personas que tienen conductas sicopáticas, a las cuales, asegura, no se les puede llamar locas.
“Aunque los sicópatas son personas trastornadas, no se puede afirmar que están locos, entendiendo el término como el desapego de la realidad. Es decir, los sicópatas no presentan graves alteraciones en el pensamiento y la percepción como pueden ser alucinaciones y los pensamientos distorsionados que caracterizan a los esquizofrénicos”.

“La sicopatía no es un trastorno mental, sino un trastorno de la personalidad”, asegura la Doctora.
Ciertos rasgos sicopáticos, dice, se pueden observar desde la infancia, por ejemplo cuando el menor ejerce crueldad hacia otros niños y en el desprecio por las jerarquías escolares.
En el caso de Coyotl Vidaña, el examen de valoración sicológica del médico de la PGJE determinó que su conducta no es la de una persona con trastorno mental, por lo que se le puede enjuiciar penalmente y no presenta ninguna afectación que lo excluya de su responsabilidad.
El presunto parricida se encuentra recluido en el Centro de Ejecución de las Consecuencias del Delito en Culiacán donde está siendo procesado por el juez séptimo del ramo penal.
Confeso, el joven, quien también ante el juzgado declaró que no sabe por qué mató a su familia, espera la sentencia.



Perfiles de parricidas

-- Los parricidios son cometidos por adultos varones jóvenes, solteros, desempleados, que viven con sus víctimas y abusan del alcohol y las drogas. Entre las principales características siquiátricas se encuentran la esquizofrenia paranoide, el trastorno bipolar sicótico y el trastorno esquizoafectivo. También algunos con personalidad narcisista.
-- Otro perfil de un parricida corresponde al de un adolescente en tres posibles situaciones sicosociales: el niño gravemente maltratado, el niño que tiene enfermedad mental grave como sicosis o retardo mental, y el niño peligrosamente antisocial.
Dentro de los grupos anteriores, el más importante es el niño maltratado quien comete parricidio en defensa propia, en el contexto de una situación de abuso. Es posible que el adolescente cometa el acto solo y en situaciones en que los padres estén desprevenidos.

*Artículo: Caracterización psiquiátrica del delito de parricidio, de Tamara Galleguillos, Andrea Leslie L., Javier Tapia y Álvaro Aliaga. http://www.scielo.cl/pdf/rchnp/v46n3/art07.pdf

Contextos
Los parricidios se cometen en contextos de familias severamente disfuncionales y con maltrato crónico.

Son varones
La mayoría de los parricidios son cometidos por hombres, observándose tasas de hasta el 92 por ciento, con una razón de 6 a 1 entre hombres-mujeres.

Parricidio
Es el homicidio de los parientes consanguíneos en línea recta y del cónyuge, en especial del padre o la madre. Muerte dada a un pariente próximo, especialmente al padre o la madre.

Matricidio
Acción de matar a su propia madre.

Fratricidio
Es el delito que consiste en matar a su propio hermano.

Lo que dice la ley
Código Penal de Sinaloa: Artículo 152. Al que dolosamente prive de la vida a cualquier ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta o a su hermano, con conocimiento de ese parentesco, se le impondrá prisión de 25 a 50 años.


OTROS CASOS
De 2007 a la fecha se han registrado otros casos:

Mata a su mamá: PGJE

El 17 de noviembre de este año, la Procuraduría General de Justicia del Estado detuvo a Cristian Orlando Mendívil García, de 19 años, acusado de ser el autor intelectual del asesinato a puñaladas de su mamá, la maestra jubilada Irma Guadalupe García Buitimea, de 52 años.
El presunto matricido se cometió el 22 de abril de este año, en el Infonavit Barrancos.
Junto con el hijo de la víctima, fueron aprehendidos Juan Esaú Favela Reyes y Juan Manuel Jiménez Sánchez como autores materiales.
“Se llevaba muy mal el muchacho de 19 años con su mamá, eran pleitos frecuentes por cuestiones de dinero con su mamá”, revela Antonio Figueroa Lee, Subprocurador de la Zona Centro.

Un parricida en Ahome

El joven Abel Francisco Romero Castro asesinó a su papá Abelino Romero Cota, a sus medias hermanas Shakira Rubí, Lluvia Esmeralda y Cecilia Guadalupe, así como a su madrastra Enriqueta López Rodríguez.
El hecho ocurrió el 23 de noviembre de 2007 en el fraccionamiento Las Misiones, Ahome.
Al encontrarlo culpable, el juez lo sentenció recientemente a purgar una condena de 87 años y 3 meses De prisión.
También fueron sentenciados a cerca de 80 años los cómplices Rubén Nafarrete Rodríguez, Jesús Alán Valdez Castro y Gildardo Orduño López.

Todo por una herencia

El 28 de agosto de 2009, Miguel Ángel Cortés Burgos presuntamente asesinó a su papá José Jesús Cortés Gutiérrez por problemas de una herencia, en la colonia El Mirador, Culiacán.
Cuando elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado trataron de ejecutarle una orden de aprehensión, Cortés Burgos sacó un arma y se enfrentó a los policías, por lo que fue herido y luego detenido.

Dicen que ahogó a su hijo
Pero la descomposición social también abarca a los padres, como por ejemplo, el caso de Raúl Hernández Olivas, de la colonia Huizaches, quien en septiembre de 2010, según la PGJE, al no encontrar a su esposa en casa, ahogó a su hijo de 4 años y después se quitó la vida de un balazo.

¿Cómo detectar a un sicópata?
En su libro Mentes Asesinas, la Violencia en tu Cerebro, Feggy Ostrosky-Solís incluye un cuadro con 20 reactivos que determinan el grado de psicopatía: normal, tendencias sicópatas y sicópata.

1.- Encanto superficial.
2.- Egocentrismo y sobrevaloración.
3.- Propensión al aburrimiento: necesidad de estimulación continua.
4.- Mentiras patológicas: mentira como herramienta, deshonestos, sin escrúpulos.
5.- Manipulación.
6.- Falta de arrepentimiento y culpa: ausencia de sentimiento.
7.- Respuestas emocionales superficiales.
8.- Falta de empatía: indiferencia, frialdad, desconsideración, inestabilidad.
9.- Actitud predatoria: sin motivación, pobre disciplina, incapacidad ante la responsabilidad.
10.- Pobre autocontrol.
11.- Conducta sexual promiscua.
12.- Antecedentes de trastornos de comportamiento.
13.- Falta de metas realistas a largo plazo. Existencia nomádica.
14.- Estilo de vida impulsiva.
15.- Conducta irresponsable.
16.- Evasión de la responsabilidad de las acciones propias.
17.- Relaciones de corto plazo.
18.- Delincuencia juvenil.
19.- Ruptura de libertad condicionada e incumplimiento de su palabra.
20.- Actividad criminal variada: orgulloso de “salirse con la suya”.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Parricida


'Para todos ya estoy muerto'


'¿Por qué lo hice?'

Mario Alberto Coyotl Vidaña dice que no entiende por qué mató a su mamá y a sus tres hermanos cuando al único que le guardaba rencor era a su padrastro; 'si es un sueño quisiera despertarme, pero ya me di cuenta que no', lamenta

Guillermo Gallardo
Segunda parte

Cuando piensa en lo que hizo, Mario Alberto Coyotl Vidaña quisiera creer que es un mal sueño, una pesadilla de la que pudiera despertar, pero está consciente de que no es así. Es la cruda realidad.
Una noche oscura que no termina y que no sabe a dónde lo llevará.
“Si es un sueño quisiera despertarme, pero ya me di cuenta que no”, lamenta Coyotl Vidaña.
El joven de 19 años narra paso a paso desde el Cecjude lo que sucedió el 23 de octubre del presente año cuando, luego de ingerir bebidas embriagantes durante todo el día y consumir droga, mató por la noche con una pala a su mamá María de los Ángeles Vidaña y sus medios hermanos Mariana, Geovani y Jonathan, en el ejido San Manuel, Eldorado.
Parece un joven normal, como cualquier otro que transita por las calles, pero su condición cambió. De pronto, bajo el influjo de las drogas y el alcohol, cegó su cerebro y se lanzó contra personas inocentes.
Cuando recuerda lo que pasó, Mario Alberto se pone serio, pero no llora ni se atraganta, sólo responde a las preguntas con frases cortas, pero precisas.
Dice que todos los días reza por el eterno descanso de su familia y clama porque desde donde se encuentren lo perdonen.
Una tía fue a visitarlo al penal para llevarle el mensaje de su familia: para ellos ya está muerto.

Asesinatos paso a paso

Cuando se le pregunta directamente sobre la forma en que asesinó a sus seres queridos, el joven no se inmuta ni se cohíbe y con toda claridad y contundencia responde.

-- ¿Qué pasó ese 23 de octubre?
El 23 de octubre.... ¿Domingo, verdad?
Me levanté temprano a la hora que me iba a trabajar, a las 6:00 de la mañana. Me bañé y me cambié porque iba a ir a Eldorado. Iba a tramitar la credencial de elector, pero como era domingo no estaba abierto y entonces me quedé con un tío y empezamos a pistear. Dice mi tío que me vio que yo ya andaba bien pedo.

-- ¿A qué horas?
Desde la mañana hasta la tarde. Como 4:00 o 5:00. Estábamos tomando caguama.
Luego me regresé a San Manuel.

-- ¿Quién te trajo a tu casa?
Un amigo de mi tío.
Afuera de la casa todavía seguimos pisteando él y yo.
Después él dijo que se iba porque tenía un mandado que hacer; se fue él y se me hizo fácil combinar la cerveza con la droga. Dicen que hasta cocaína usé, pero yo no recuerdo que haya usado cocaína. También fue ¿cómo dicen que la llaman? Se me olvidó el nombre.

-- ¿Mariguana?
Mariguana. Ahí fue cuando ya no supe de mí.

-- ¿A qué hora entraste a tu casa?
Me acuerdo que entré y ya se estaba oscurito, como las 6:00 o 7:00.
Me fui a fumar un cigarro y ya no supe de mí.

-- ¿Qué hiciste cuando entraste a la casa?
Entré a la casa y me acuerdo que me puse a ver la tele con mis hermanos.
Después fui a la tienda por un cigarro normal, compré los cigarros y me regresé. Al regreso ya prendí el de mota, y fue cuando ya no supe de mí.

-- ¿Realmente tú lo hiciste?-- Agacha la cabeza y responde con voz baja.
Realmente, sí. No andaba en mis cinco sentidos.

-- ¿Con qué los mataste?
Fue con una pala.

-- ¿Por qué?
No sé por qué.

Las crudas revelaciones

La vivienda de los Coyotl Vidaña se encuentra cerca de la calle principal del poblado San Manuel. Es una casa de dos recámaras y una sala, comedor y cocina juntos. Cuenta con un baño. El patio es amplio a los lados y hacia atrás. El inmueble se lo prestaron a María de los Ángeles luego de que se separó de Gabino Coyotl, el padrastro de Mario Alberto y padre de Mariana, Geovani y Jonathan.

-- ¿Tú entraste a la casa y qué hiciste?
Golpee a mi hermana.

-- ¿Tu hermano no hizo nada cuando tú golpeaste a tu hermana?
Lo que me acuerdo es que no decían nada. Me acuerdo que agarré la pala y con la pala le empecé a pegar, pero no me acuerdo que haya gritado o algo.

-- Tu hermano tenía 13 años, estaba grande...
Está grande, es como para que se me hubiera echado encima y en el grado en el que yo andaba me hubiera tumbado él.

-- ¿Y por qué no lo hizo?
No sé qué pasó.

-- ¿Tú solo los mataste?
Sí, solo.

-- ¿No alcanzó a reaccionar tu hermano?
Se me hace que no alcanzó a reaccionar porque al día siguiente fue cuando me acordé lo que hice.

-- ¿(El asesinato) fue en la recámara de atrás?
No, fue en la primera recámara. (Se le muestra un croquis de la casa). En esta recámara (de enfrente).
Yo entré por la puerta de enfrente y entré (a la derecha) al cuarto de ellos.

-- ¿Donde está el baño?
Está acá atrás, en la recámara de atrás.

-- ¿Allá estaba tu otro hermano?
Ahí estaba mi otro hermano, estaba bañándose. Entré.

Mario Alberto asegura que no se podía detener, y con las manos muestra cómo la sangre caliente le corría por el cuerpo en ese momento. Arruga la frente y los ojos los hace más chiquitos para explicar lo ocurrido esa trágica noche.

-- ¿Qué dijiste en ese momento, ahora voy por mi otro hermano, por qué?
Yo no sabía lo que estaba haciendo ahí. Si yo me trataba de detener no podía.
Hice intentos de detenerme, pero... cuando entré, de una, yo me acuerdo que de una se me vino... algo feo se me vino.
De una sentí algo en el cuerpo, no sé qué sería, pero yo estaba bien drogado, bien loco andaba.

-- ¿Entraste y en el baño lo golpeaste?
Ahí en el baño lo golpee.

-- ¿Por qué esperaste a tu mamá..?
Tampoco me pude detener.

-- ¿Por qué, qué pasó por tu cabeza?
No pensaba en nada. Me senté (en la sala). Yo no pensaba en nada.

-- ¿No te dormiste?
No, yo estaba bloqueado de la mente porque no dormía.

-- ¿Tu mamá a qué horas llegó?
A la hora que sale de trabajar ella, como a las 11:00 de la noche. Hay veces que llegaba a la casa hasta las 12:00.
Estaba trabajando en el súper...

-- ¿Tu hermano trabajaba con tu mamá en el súper, de paquetero?
Sí trabajaba en el súper, pero ese domingo no fue.

-- ¿Cuando llegó tu mamá qué fue lo que pasó? ¿vio lo que hiciste?
No vio lo que yo hice.

-- ¿No le diste oportunidad?
O sea que yo no sabía lo que hacía.

-- ¿Con la misma pala la golpeaste?
Con la misma pala. Dicen que también usé una barra, pero no.

-- ¿Qué hiciste después?
De hecho me acordé hasta el día siguiente. Al día siguiente aparecí en el baldío (frente a su casa), donde está un montón de palmas. Me desperté volteando a los lados y preguntándome qué estaba haciendo ahí.
Llegué, entré a la casa y me fijé en el primer cuarto y no había nadie, ya cuando me fijé en el segundo me bloquee.

Los cuatro cuerpos

Luego cometer el cuádruple crimen, señala la averiguación previa de la PGJE, trasladó los cuatro cuerpos a la recámara de atrás. También establece que violó a su hermana y a su mamá después de muertas.

-- ¿A qué horas te despertaste?
Ya era tardecita. A media mañana. Cruzo la calle y entro, y ahí estaban los cuerpos.

-- ¿Qué sentiste cuando viste a tu familia muerta?
Sentí feo. En ese momento no recordé lo que había hecho, lo que hice fue correr.

-- ¿Supiste en ese momento que habías sido tú?
No.

-- ¿Si tú creías que no habías sido tú, por qué no corriste a pedir ayuda a los vecinos en lugar de huir?
Es lo que no sé. O sea que me quedé ahí...

-- ¿Qué hiciste, lloraste?
Sí lloré.

-- ¿Te dolió mucho, o no te dolió?
Sí machín. Duré cuatro días, no, tres días y dos noches llorando.

-- ¿Saliste corriendo hacia dónde?
Corrí para atrás de la casa y de ahí seguí corriendo. Como hay un dren, me quedé en otro capule que está más para allá, ahí me quedé sentado, no comía. Me dio sed y tomé agua del dren.

-- ¿No regresaste a la casa?
No. Ese mismo día (del sepelio) me encontraron. Me fui para la casa de un amigo en Eldorado. De ahí le hablaron a un tío mío.

-- ¿Fuiste al panteón?
No.

-- ¿Qué pasó cuando te encontró tu tío?
De ahí me llevó para la Ministerial. Y ya no volví.
No alcancé a llegar al panteón.

-- ¿Diste una versión distinta a la de ahorita?
Al principio. Lo primerito que se me vino a la mente.

-- ¿Por qué dijiste que fue tu padrastro?
De una se me vino a la mente.
Fuimos de nuevo a la casa en la reconstrucción de los hechos.
Ahí fue cuando les dije la verdad, cuando volvimos ya.

-- ¿Tú te has preguntado por qué lo hiciste?
Sí me he preguntado por qué.

-- ¿Y qué respuesta te das a tu interior?
Así me pongo a decir y no encuentro la respuesta por qué.

-- ¿Tenías algún resentimiento contra ellos?
No, por eso es la pregunta esa. Me la hago yo mismo por qué, porque con ellos yo... yo no era malo con ellos.

-- ¿Nunca le pegaste a tus hermanos?
Sí una que otra vez, pero era cuando estaban haciendo desorden en la casa. Como regaño nada más.

-- ¿A qué jugabas con ellos?
Hay veces que jugábamos allá afuera en el patio, futbol. Con Geovani y Jonathan. Hacíamos un equipo ellos dos contra mí.

-- ¿Cómo los recuerdas a ellos?
Se me vienen las imágenes de ellos.

-- ¿Y qué piensas cuando se te vienen a la mente las imágenes de ellos?
Pienso muchas cosas.

-- ¿Como qué?
Pienso en que por qué lo hice, que por qué pasó lo que pasó. Que si es un sueño quisiera despertarme.

-- ¿Sientes que es un sueño?
Sí, pero ya me di cuenta que no.

-- ¿Estás consciente de lo que pasó?
Sí.

-- ¿Sabes que hiciste mal?
Sé que hice mal. Ahorita quisiera remediarlo pero no se puede, ya es demasiado tarde.

-- ¿Qué piensas de la vida?
La vida es la misma, nomás que hay unos que la usan diferente, cómo explicaría eso, que la vida es la misma, que hay otros que no la saben valorar.

-- ¿Si en una palabra tú puedes englobar todo tu problema, cómo lo calificarías?
Mi vida. No tengo palabras para eso.

-- ¿Cuando recuerdas a tu mamá, qué piensas?
Pienso en ella. De hecho pienso en ella todos los días.

-- ¿Rezas o nunca lo haces?
Todas las noches.

¿Y qué dices en tus rezos?
Que me perdonen donde quiera que estén.

-- ¿Tienes algunas pertenencias de ellos?
No tengo ninguna pertenencia de ellos.

-- ¿Qué desearías tener de ellos?
Una foto.

-- ¿Qué es lo que más recuerdas de tu mamá?
La recuerdo toda. Me gustaba que yo era el más consentido de todos.

-- ¿Y qué pasó?
De una cambió todo.

-- ¿Algún resentimiento viejo. Sacaste todos los resentimientos de tu vida?
El único resentimiento era contra mi padrastro, era contra él, no contra mi mamá.


-- ¿Por qué fuiste contra ellos?
Es lo que no sé. Es difícil.

-- ¿Si te regresaras en el tiempo y estuvieras un día antes del suceso qué harías?
Cambiaría el pasado. Dejaría las drogas, son las primeras causantes por lo que hice.
A mis amigos que se dejen de las drogas que no llevan a nada bueno.

Quiere seguir estudiando

A pesar de la tragedia que lo dejó marcado para siempre, Mario Alberto piensa enmendar el camino y si es posible seguir estudiando. Son sus aspiraciones y metas rotas de cuando estaba libre y que no las pudo llevar a cabo por los problemas familiares, por las malas influencias de amigos que lo llevaron al mundo de las drogas y por la violencia intrafamiliar.
Un ser producto de una sociedad enferma.

-- ¿Qué quisieras ser o hacer de aquí en adelante?
¿Qué quisiera ser yo? Estaba pensando en seguir adelante, en terminar mis estudios.

-- ¿Qué quisieras estudiar?
Electrónica avanzada.

-- ¿Cuando eras chico qué te gustaba?
La electrónica, desde chico.

-- ¿Practicaste algo?
Sí, inventaba cosas.

-- ¿Qué inventabas?
Barcos que se movieran solos.

-- ¿Lo lograbas?
Algunas veces sí, otras no. Los llevaba al agua cuando estaba en Puebla. Los llevaba al parque.

-- ¿Cuando viniste aquí qué hiciste?
Cuando vine aquí de vuelta ya no pude continuar con mis estudios de la prepa. De ahí quería meterme a un centro de estudios tecnológico aquí en Culiacán.
Ya no seguí estudiando lo que yo quería.

-- ¿Tienes visitas?
De aquí de la misma gente del penal.

¿Nunca te preguntan sobre lo que hiciste?
Sí me preguntan, me dan consejos ellos, les doy consejos yo, así.

-- ¿Te han venido a visitar tus familiares?
Vino una tía mía de San Manuel.

-- ¿Tu abuela no ha venido?
Mi abuela no ha venido.

-- ¿Qué te dijo tu tía?
Que para todos ellos yo estoy muerto. A eso vino.

Cuando responde la última pregunta Mario Alberto se queda serio, pensativo, pero luego se relaja y sonríe tímidamente. Posteriormente se despide. Dice que unas hermanas (religiosas) lo visitarán para leerle la Biblia.
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Frases

“El único resentimiento era contra mi padrastro, era contra él, no contra mi mamá”.

“Sé que hice mal. Ahorita quisiera remediarlo pero no se puede, ya es demasiado tarde”.

“Yo no sabía lo que estaba haciendo ahí. Si yo me trataba de detener no podía. Hice intentos de detenerme, pero...”.

Mario Alberto Coyotl Vidaña
Presunto asesino de su mamá y tres hermanos

martes, 13 de diciembre de 2011

Parricidio y fratricidio en San Manuel, Eldorado


'Mi vida fue un infierno'


Mario Alberto Coyotl Vidaña revela desde la cárcel que no tuvo niñez por la violencia que sufrió él y su mamá al lado del padrastro; pide perdón por haber matado a su madre y tres medios hermanos; no sabe por qué lo hizo, dice


Guillermo Gallardo
Primera parte

Quien conociera a Mario Alberto Coyotl Vidaña no creería que mató a su mamá y a sus tres medios hermanos, si él no lo hubiera confesado.
Y es que su complexión frágil, delgada, con tristeza en su rostro, refleja el “infierno” que vivió en sus 19 años de vida, recién cumplidos. Parece un niño, evidenciado en su ralo y corto bigote, casi imberbe, pero con un gran peso en su cabeza: el multihomicidio.
Desde la cárcel reconoce que asesinó con una pala a su madre y a sus hermanos, el domingo 23 de octubre del presente año.
“Realmente sí lo hice”, revela el joven durante la entrevista concedida en un área del reclusorio de Culiacán, donde se encuentra confinado desde hace poco más de un mes.
Sin embargo, dice no saber por qué lo hizo.
“Es una pregunta que me hago todas las noches”, responde.
Pero también narra la vida de violencia que tuvo al lado de su padrastro.
“Fue un infierno... No tuve niñez, yo”, lamenta.
Además, pide perdón a su familia, amigos y vecinos de San Manuel.
“Estoy muy arrepentido”, asegura con ojos fijos y saltados, sin llanto.

'A cada ratito me pegaban'


Coyotl Vidaña nació un 27 de octubre de 1992 en una clínica de Culiacán, hijo de María de los Ángeles Vidaña, quien se convirtió en madre soltera.
Supo que tuvo papá biológico, pero no recuerda su nombre.
“Se apellidaba Estrada... Lo mataron a él”, expone.
Fue dos años después de nacido el bebé cuando la joven madre conoce a Gabino Coyotl Martínez, con quien contrae nupcias, realizándose la celebración en la casa de sus padres, en San Manuel, Eldorado, de donde ella era originaria.
La vida transcurre sin mayores contratiempos en el lugar. “Normal”, dice el joven.
Coyotl Martínez le da su apellido al niño Mario Alberto, pero poco a poco empezó a cambiar su actitud hacia el menor, sobre todo una vez que empiezan a tener hijos propios. De este matrimonio nacieron Mariana, Geovani y Jonathan.
“A cada ratito me pegaban, por cualquier detallito. Con lo que encontrara me pegaba mi padrastro”, expone el joven.
La violencia no sólo era contra él. El padrastro, dicen, también golpeaba a su mamá.
El presunto parricida realizó sus estudios de preescolar en San Manuel, pero en ese momento su vida dio un giro cuando Gabino Coyotl traslada a su familia a Puebla, de donde él es originario.
Mario Alberto se empieza a desubicar. Su escuela primaria la pasó entre castigos en su casa, regaños en la escuela, violencia escolar y visitas a sicólogos y siquiatras.
“No sé qué enfermedad tengo, de lento aprendizaje”, expone.
En Puebla concluye la primaria y realiza el primer año de secundaria.
Entonces su padrastro decide regresarse a Eldorado.
“Él decía que cuando nos viniéramos para acá nuestra vida iba a cambiar, que ya no iba a ser la misma, y no. Nada más nos vinimos para acá para que siguiéramos sufriendo lo mismo. Fue peor aquí que allá porque hasta me corrió de la casa”, subraya.
Las cosas se empezaron a complicar. La violencia intrafamiliar iba en aumento. María de los Ángeles llevaba en su rostro y cuerpo las huellas del maltrato. Mario Alberto, ya dañado, se refugia en la vida de las drogas, alentado por las malas influencias y de los amigos fáciles.
Era ya un rebelde sin causa, un “nini”, y su padrastro sabía que ya no podía golpearlo, porque Mario Alberto no se dejaba. Ya estaba “grande”, aunque los pleitos se hacían cada vez más peligrosos.
Un día de 2009, recuerda, Gabino Coyotl trató de violar a su hermana Mariana, lo que animó a su mamá a presentar una denuncia ante el Ministerio Público por atentados al pudor. Gabino huyó al saber que había sido denunciado, pero también, aseguran, lanzó amenazas contra la familia.
María de los Ángeles, cuenta una prima de ella, tuvo que refugiarse en un albergue de la Procuraduría General de Justicia del Estado. Pero no detectaron el problema de drogas que ya tenía Mario Alberto.
La alerta estaba lanzada y el Gobierno poco o nada hizo por prevenir el desenlace fatal que ocurrió ese 23 de octubre cuando el joven mató a golpes a su mamá y a sus hermanos Mariana, Geovani y Jonathan.


Una cruda confesión


Mario Alberto es presentado por las autoridades del penal cerca de donde él tiene su dormitorio en un módulo aparte de la comunidad general de reos, por el peligro que representa para él. Se ha corrido el rumor de que se encuentra cerca y que lo quieren dañar, pero sólo algunos reclusos tienen acceso al joven.
Dice que tanto las autoridades como los reos lo tratan bien, que no ha tenido problemas.
Le preguntan si él lo hizo. Luego le dan consejos. Dice que también él les ha dado algunos a los compañeros presos.
Ahí, en el mismo penal se encuentra su padrastro, detenido en Puebla y trasladado a Culiacán al contar con una orden de aprehensión de 2009 por atentados al pudor contra su hija Mariana.
Dicen que ha preguntado por Mario Alberto y le ha mandado decir que si realmente él mató a su familia.
Viste pantalón de mezclilla deslavado, roto en algunas partes, como si estuviera a la “moda”, pero es de las pocas prendas que tiene. Lo mismo que la camiseta azul bajito tipo polo y los huaraches que lleva puestos.
Llega tranquilo, amable, pero un poco nervioso por la entrevista aceptada con anticipación.
De entrada pide que no le tomen fotos ni video, aunque al final acepta con la condición de que sea a contra luz.
Nadie pensaría que este joven que se encuentra sentado es capaz de asesinar, menos a sus seres queridos.
Pero poco a poco, con forme avanza la entrevista, se relaja y narra paso a paso cómo fue su vida antes del crimen y declara cómo sucedió el parricidio y fratricidio.
No hay lágrimas, y en forma cruda confiesa. Son frases cortas pero contundentes. No afloran sus sentimientos más profundos, sólo se pone serio.
Sus párpados aletean cuando ve a los ojos y luego agacha la cabeza. Pero su voz no se quiebra.
Su rostro pálido, casi inexpresivo, revela noches de insomnio, y su cabeza se pregunta por qué lo hizo. Al menos eso aparenta.

Vivir en el infierno

-- ¿Cómo fue tu vida de niño?
Mi vida fue un infierno.
A cada ratito me pegaban por cualquier detallito. Con lo que encontrara me pegaba mi padrastro.

-- ¿Por qué dices: mi vida fue un infierno?
Porque allá una vez intentó violarme.
Una vez que vi que tenía una caguama; nada más porque la vi me dio unos azotes. Nada más por ver que estaba tomando ahí en la casa.
Una tía me dijo que cuando estaba chico él conectaba unos cables con electricidad y me los ponía en el pañal. Me daba toques a mí y a una prima.
Fui creciendo en ese ambiente yo de pura violencia. Aguantaba, era difícil vivir así en la casa.

-- ¿Nunca te quiso tu padrastro?
Yo digo que no, como no era hijo de él.

-- Tu mamá te defendía?
Me defendía, nada más que no podía hacer nada. Él tenía más fuerza en los brazos. Ni modo que mi mamá se interpusiera ahí.

-- Cuéntame un poco más de tu vida de niño, ¿qué hacías?
Pues de chico yo estudiaba, le echaba ganas, pero como era inquieto me llevaban con sicólogos, siquiatras, o sea que yo tenía, no sé que enfermedad tengo, de lento aprendizaje. Me hacían estudios de la cabeza, cómo andaba, cómo iba desarrollando mis actividades.

-- ¿Como fue tu niñez, cómo la calificarías?
No tuve niñez yo.

-- ¿Por qué?
Por mi padrastro, o sea que no me dejaba hacer nada.

¿Fuiste a la primaria en Puebla?
Sí allá terminé y empecé primero de secundaria.

De ahí se vinieron a Eldorado. ¿Por qué se vinieron?
Nos vinimos porque allá mi padrastro tenía muchos pleitos, muchos problemas, debía a la gente. Allá estábamos en bancarrota.
Y nos vinimos para acá a Eldorado. Mi padrastro puso un taller de mecánica y le estaba yendo bien.

-- ¿Y qué pasó?
Golpeaba mucho a mi mamá y él decía que cuando nos viniéramos para acá nuestra vida iba a cambiar, que ya no iba a ser la misma y no. Nada más nos vinimos para que siguiéramos sufriendo lo mismo. Fue peor aquí que allá porque aquí me corrió de la casa.

-- ¿Por qué te corrió?
No sé.

-- ¿Te afectaba mucho a ti?
Sí mucho. Me golpeaba. Aunque ya que estaba grande ya no me dejaba. De chiquillo tampoco me dejé. Si él me pegaba yo se lo regresaba.

-- ¿Nunca huiste de tu casa?
Una vez intenté huir, nada más que me regresé por mi mamá.

-- ¿Querías mucho a tu mamá?
Sí.

-- ¿Qué opinas de tu padrastro?
Que está mal él. Ha ido a muchos cursos, terapias.
El está aquí por violación a mi hermana. Según él se acercó a la biblia, pero no le creo nada. Él quiere saber si yo lo hice.
A mí me comentan que él quiere saber si yo lo hice.

-- ¿Cómo te trataba tu mamá?
Me trataba bien, nunca me pegaba.

-- ¿Tus hermanos qué tal se portaban contigo?
También se portaban bien ellos. Se portaban al 100.

¿Alguna anécdota con ellos. Los cuidabas?
Cuidaba al más pequeño, yo. Jugaba con él. Me ponía a jugar futbol o Nintendo, viendo la tele con él. Pero después entré a trabajar en Soriana, acababa de empezar. Me metí a trabajar para ayudarle a mi mamá para sacarla adelante.

-- ¿Y entonces qué pasó, por qué cambió tu vida?
Por las drogas.
Tengo como tres o cuatro años usando drogas. La cocaína, la mariguana y el alcohol. Nada más esas, nunca probé las otras.

-- ¿Tu mamá y tu papá tenían un trato diferenciado hacia ti?
El trato era diferente. Hay veces que estaba de buen humor un día, pero al otro día ya no lo podían aguantar.

-- ¿A tus hermanos los trataban igual que a ti?
No. Mi padrastro los trataba mejor a ellos que a mí. Pero mi mamá siempre me trató bien.

-- ¿Y tu papá biológico, qué pasó con él?
Lo mataron a él.

-- ¿Como se llamaba?
(Pausa). No me acuerdo del nombre, es Estrada. Él era de aquí de Culiacán.


-- Porque traes el apellido de tu padrastro.
Sí. ¿Se puede uno cambiar el apellido? Para tener mi verdadero apellido.

-- ¿Hasta qué grado estudiaste?
Hasta primero de prepa. En la Lenin, de la UAS, en Eldorado.

-- ¿Cómo estaba el ambiente en la prepa?
Un montón de morritas. El ambiente está bien.

-- ¿Tuviste novias?
Sí tuve varias.

-- ¿Por qué no seguiste estudiando?
Porque me junté con malos amigos. Gente que dice que es tu amiga y nada. Yo pensé que eran mis amigos, pero ellos me iniciaron en el vicio. De ahí no pude seguir adelante con mis estudios, ni a trabajar siquiera.
Duré un año sin trabajar y acababa de entrar cuando sucedió... Tenía una semana.

-- ¿Por qué empezaste a drogarte?
Por los problemas que había ahí en la casa. Nunca hubo un tío o alguien a mi lado que me dijeran qué cosas eran malas o qué cosas eran buenas. Nunca hubo alguien apoyándome a mí.
La única que me apoyaba era mi amá, pero ella no podía hacer todo.

-- ¿Tienes familiares en San Manuel?
Sí tengo muchos familiares, está mi abuela y mis tíos, pero yo me sentía solo. Es difícil enfrentar las cosas solo.

-- ¿Qué hacías en un día normal cuando no trabajabas?
Salía de la casa y me salía a dar la vuelta todo el día con mis amigos y con las drogas.

-- ¿Cómo le hacías para obtener la droga si no tenías dinero?
Cuando no tenía dinero hay veces que ellos tenían.

-- ¿Cómo le hacías para obtener dinero?
Para obtener dinero, hay veces que pedía dinero. Eso es lo que dejan las drogas, andar pide y pide. (risas).

-- ¿Nunca robaste?
No. me daban ganas de hacerlo, pero no, nunca lo hice. No llegué a ese grado.

Asegura que está arrepentido

Mario Alberto hace una pausa en su relato y baja la cabeza. Se frota las manos y luego le da un sorbo al refresco de cola que tiene en la mesa. Luego asegura que está arrepentido de sus actos y que si fuera posible regresar en el tiempo, las cosas serían diferentes.

¿Realmente tú los mataste?
Realmente, sí. No andaba en mis cinco sentidos.

-- ¿Te arrepientes de lo que pasó?
Sí me arrepiento de lo que pasó.

-- ¿Qué les dirías a tus familiares?
Pues no tengo el perdón de ellos, pero sí me gustaría que me perdonaran, que no fue intencional lo que hice, no era yo.

-- ¿Qué le dirías a tu abuela?
Le diría que si me pudiera perdonar por lo que hice, que estoy muy arrepentido, que no fue intencionalmente, ni porque yo lo haya querido hacer.

-- ¿A los vecinos de San Manuel que te conocen?
Que se alejen de las drogas, que está muy grave andar consumiendo drogas.
El joven está procesado por homicidio agravado cometido en contra de su mamá y sus tres medios hermanos. Será el juez séptimo penal quien dicte la sentencia.
Por lo pronto, Mario Alberto obtiene apoyo espiritual y sicológica que lo ayude a enfrentar su nueva vida en la cárcel.
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Segunda parte: Revela Mario Alberto cómo asesinó a su familia

frases

“Mi vida fue un infierno. A cada ratito me pegaban por cualquier detallito. Con lo que encontrara me pegaba mi padrastro”.

“Realmente, sí (los mató). No andaba en mis cinco sentidos”.


“Fui creciendo en ese ambiente yo de pura violencia. Aguantaba, era difícil vivir así en la casa”.

“Cuidaba al más pequeño, yo. Jugaba con él. Me ponía a jugar futbol o Nintendo, viendo la tele con él”.

Mario Alberto Coyotl Vidaña
Presunto parricida y fratricida