martes, 16 de abril de 2013


Migración sinaloense

El Sinaloa del retorno

El Gobierno estatal no cuenta con políticas públicas específicas para atender a las cerca de 30 mil personas que están retornando de Estados Unidos; les afectan la crisis económica y las leyes antiinmigrantes

Guillermo Gallardo
(Segunda parte)

En Sinaloa hay un reto muy importante: atender a los sinaloenses que están retornando de Estados Unidos.
A partir de 2007, el fenómeno de la migración comenzó a invertirse. Muchos mexicanos, ante la crisis económica y las leyes antiinmigrantes estadounidenses, entre otros aspectos, tuvieron que regresar al país de manera voluntaria o forzosa a través de la deportación.
Incluso, un informe del Centro Hispano Pew aseguró el año pasado que el flujo migratorio neto de México llegó a cero, es decir, cuando el número de emigrantes que se van y los que se regresan se emparejan.
Esta situación también afectó a Sinaloa.
Pero el problema con la población de retorno en la entidad es que el Gobierno de Mario López Valdez no está preparado y ni siquiera tiene una política pública específica para ayudar a estas personas, mucho menos una oficina especial que las atienda.
El estado, desde 2011 mantiene un serio problema económico derivado de las heladas y sequías que han provocado siniestros y reducción de la producción agrícola.
Además, le ha pegado la recesión que se vive a nivel nacional.
Ante ello, la economía se ha complicado para generar los empleos que se requieren para sus habitantes, mucho más para aquellos que regresan de EU.
Para el doctor en Economía y especialista en el tema, Guillermo Ibarra Escobar, la migración de Sinaloa abarca casi la totalidad de las comunidades.
“Es un fenómeno que no se advierte en términos cuantitativos, pero está en todo el tejido social”, asegura.
Sin embargo, los municipios que presentan el mayor movimiento migratorio son Culiacán, Mazatlán, Ahome, Guasave, Sinaloa de Leyva y El Rosario.
El investigador dice que Sinaloa es de los pocos estados que no tienen una oficina para la atención de migrantes, entonces, no existe un control ni la manera de poder detectar esta migración de retorno, lo que complica el problema.
 
Estado expulsor
Sinaloa se había convertido en las últimas décadas en un estado expulsor de mano de obra debido a los bajos salarios y las pocas oportunidades de empleo que genera para los jóvenes.
De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo sobre el empleo formal, Sinaloa es el estado con el salario más bajo.
A nivel nacional el salario promedio es de 271.8 pesos, mientras que el del estado es de 196.49 pesos diarios, es decir, un 27 por ciento menos que el promedio del país.
Esta situación ha provocado que muchos Sinaloenses busquen en otros estados o al otro lado de la frontera cómo obtener más recursos para sostener a sus familias.
Pero la situación para la entidad es grave porque salen sinaloenses con estudios de secundaria y preparatoria, principalmente, mientras que los que llegan a trabajar no han terminado ni la primaria, como es el caso de cerca de 200 mil jornaleros que llegan al año para laborar en los campos agrícolas.
Muchos de estos jornaleros se quedan a residir aquí.
Las características que tiene el empleo en la entidad hacen pensar que la migración sinaloense se debe a los bajos salarios.
Cálculos de investigadores de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas señalan que viven en Estados Unidos más de 650 mil sinaloenses, entre los nacidos en Sinaloa y sus descendientes nacidos allá, es decir, podrían constituir una ciudad como Mazatlán, lo que da cuenta de la importancia de la migración sinaloense, a pesar de ser sólo el 2 por ciento nacional.
El flujo migratorio hacia Estados Unidos data de finales del Siglo 19 con la llegada del ferrocarril a Ciudad Juárez y su conexión con Texas, lo que llevó a México a ser hasta nuestros días el principal exportador de mano de obra en el mundo con casi 12 millones de personas, seguido por la India, Rusia y China.
Esto indica que más del 10 por ciento de los mexicanos viven en el exterior, principalmente en Estados Unidos, el cual concentra el 98 por ciento.
A pesar de ello, en Sinaloa este fenómeno es relativamente reciente, pues había permanecido bajo y estable hasta antes de la crisis de 1994.
Se empezó a incrementar luego de la crisis de los 90 y siguió la tendencia ascendente a partir del 2000, para convertirse en un estado exportador de mano de obra.
Hasta 2007 siguió el incremento, pero empezó a caer de 2008 a 2012 como la tendencia nacional ante el declive económico estadounidense, lo que repercutió también en el envío de remesas a familias sinaloenses.
 
Un problema creciente
La migración de retorno es un fenómeno que ha cobrando importancia a nivel nacional, pues en 2006 se contabilizaban 274 mil migrantes de retorno, en 2009 llegó a 674 mil y para 2010 llegó a 985 mil mexicanos.
La especialista Érika Montoya Zavala explica que es un problema creciente y se puede explicar al aumento de la vigilancia en la frontera porque es más difícil penetrarla, el endurecimiento de las leyes antinmigrantes y a la crisis económica estadounidense a partir de 2008.
De los retornados en 2010, por ejemplo, señala, 636 mil fueron deportados, es decir, a través de un retorno forzoso.
Del total de connacionales regresados, Sinaloa representa el 2.3 por ciento, sin embargo, de los repatriados de manera forzosa ocupa el lugar número nueve.
La investigadora expone que esta situación continuó en 2011 y 2012, lo que implica que Sinaloa está recibiendo al menos a 30 mil sinaloenses al año que son regresados de Estados Unidos.
“Es una cantidad considerable porque representa al menos una comunidad entera al año. ¿Dónde están esas personas, dónde están incertándose en la vida educativa, en la vida laboral, social?”, cuestiona.
Ahora, indica, el problema es que no hay políticas públicas especiales para incertarlos de nuevo.
Ibarra Escobar, por su parte, advierte que se está ante una posibilidad de que esta situación se convierta en un problema social grave.
No han visto, agrega el director de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas, que los gobiernos federal y estatal estén pensando en políticas especiales para estos grupos.
“Los migrantes están resultando víctimas de los daños colaterales. Ni siquiera constituyen para el Gobierno de Enrique Peña Nieto el punto central de la agenda con EU, en los hechos se están desatendiendo”, considera.
El doctor en Economía reconoce que la intención del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama de sacar adelante una reforma migratoria, ayudaría a resolver esto, mejorando los flujos migratorios y todo el negro panorama se revertiría.
Pero arremete contra los Gobiernos federal y estatal al acusar que actúan con una timidez “sorprendente” ante este fenómeno.
“A nivel regional se vive la vida loca, con un gobierno como el que tenemos que prende el piloto automático en todo el quehacer gubernamental y resulta dramático y preocupante que teniendo toda esta compleja problemática con EU y a nivel mundial, en Sinaloa estemos regresando a la tranquilidad de los 60... no hay una estrategia”, subraya.
 
El retorno de los niños
Una forma de ver la migración de retorno es a través de las escuelas de educación básica.
Montoya Zavala, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del fenómeno migratorio, se dio a la tarea de investigar a los niños que regresan de EU a Sinaloa a retomar sus estudios.
Encontró que en 2001 la SEPyC realizó sólo 415 trámites de revalidación de documentos a menores que regresaron.
Para 2006 aumentó a mil 964, en 2007 a 2070 y para 2008 llegó a 2 mil 789. En 2009 subió a más de 3 mil y esta tendencia va al alza.
El problema, manifiesta, es que estos niños llegan sin saber bien el español y no pueden comunicarse, por lo que debe revisarse cómo son recibidos en las escuelas.
“Hacen falta más estudios sobre cómo los niños están siendo recibidos en las escuelas; hay muchos que llegan sin saber español, hablando sólo inglés y tienen problemas porque no saben escribir en español, no saben comunicarse y muchas veces no son visibles para los maestros; no hay un programa especial sobre cómo tratarlos”, asevera.
Mientras no disminuyan las políticas antiinmigrantes, se mejore la economía y baje el control de la frontera, el retorno de mexicanos seguirá aumentando, aunque por su naturaleza, el flujo de personas no se detendrá por mucho tiempo.

Emigración interna
De cada 100 sinaloenses que emigran:
 
41 se van a Baja California (Tijuana).
18 a Sonora
10 a Baja California Sur
7 a Jalisco
3 a Nayarit
 
Emigración internacional
Principalmente a:
California
Arizona
En menor medida:
Nevada
Washington
Texas
Oregon
Carolina del norte
 
98%
de los emigrantes mexicanos viven en EU.
 
2%
Viven en Canadá o el resto del mundo.
 
Cifras
Cerca de 650 mil sinaloenses viven en EU.
33.7 millones de mexicanos viven en EU considerando la segunda y tercera generación.
Más de 30 mil sinaloenses retornan al año.
Baja número de indocumentados mexicanos. De 7 millones a 6.1 millones.
 
Salen por bajos salarios
Sinaloa es el que peor paga a trabajadores con 196.4 pesos en promedio al día, contra 271.8 pesos el promedio nacional.
 
Se van jóvenes
Se van a EU jóvenes entre los 20 y 34 años.
 
Principales estados migrantes
Guanajuato
Jalisco
Michoacán

 
1.6%
bajan las remesas en 2012.
 

2.3%
caen remesas en enero de 2013.
 

43%
de los migrantes mexicanos ingresaron a EU entre 1996 y 2007.
 
30%
de los migrantes mexicanos en EU viven en la pobreza.


28%
de inmigrantes cuenta con ciudadanía estadounidense.


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