Migración sinaloense
El Sinaloa
del retorno
El Gobierno estatal no cuenta con
políticas públicas específicas para atender a las cerca de 30 mil
personas que están retornando de Estados Unidos; les afectan la
crisis económica y las leyes antiinmigrantes
Guillermo Gallardo
(Segunda parte)
En Sinaloa hay un reto muy importante:
atender a los sinaloenses que están retornando de Estados Unidos.
A partir de 2007, el fenómeno de la
migración comenzó a invertirse. Muchos mexicanos, ante la crisis
económica y las leyes antiinmigrantes estadounidenses, entre otros
aspectos, tuvieron que regresar al país de manera voluntaria o
forzosa a través de la deportación.
Incluso, un informe del Centro Hispano
Pew aseguró el año pasado que el flujo migratorio neto de México
llegó a cero, es decir, cuando el número de emigrantes que se van y
los que se regresan se emparejan.
Esta situación también afectó a
Sinaloa.
Pero el problema con la población de
retorno en la entidad es que el Gobierno de Mario López Valdez no
está preparado y ni siquiera tiene una política pública específica
para ayudar a estas personas, mucho menos una oficina especial que
las atienda.
El estado, desde 2011 mantiene un serio
problema económico derivado de las heladas y sequías que han
provocado siniestros y reducción de la producción agrícola.
Además, le ha pegado la recesión que
se vive a nivel nacional.
Ante ello, la economía se ha
complicado para generar los empleos que se requieren para sus
habitantes, mucho más para aquellos que regresan de EU.
Para el doctor en Economía y
especialista en el tema, Guillermo Ibarra Escobar, la migración de
Sinaloa abarca casi la totalidad de las comunidades.
“Es un fenómeno que no se advierte
en términos cuantitativos, pero está en todo el tejido social”,
asegura.
Sin embargo, los municipios que
presentan el mayor movimiento migratorio son Culiacán, Mazatlán,
Ahome, Guasave, Sinaloa de Leyva y El Rosario.
El investigador dice que Sinaloa es de
los pocos estados que no tienen una oficina para la atención de
migrantes, entonces, no existe un control ni la manera de poder
detectar esta migración de retorno, lo que complica el problema.
Estado expulsor
Sinaloa se había convertido en las
últimas décadas en un estado expulsor de mano de obra debido a los
bajos salarios y las pocas oportunidades de empleo que genera para
los jóvenes.
De acuerdo con datos de la Secretaría
del Trabajo sobre el empleo formal, Sinaloa es el estado con el
salario más bajo.
A nivel nacional el salario promedio es
de 271.8 pesos, mientras que el del estado es de 196.49 pesos
diarios, es decir, un 27 por ciento menos que el promedio del país.
Esta situación ha provocado que muchos
Sinaloenses busquen en otros estados o al otro lado de la frontera
cómo obtener más recursos para sostener a sus familias.
Pero la situación para la entidad es
grave porque salen sinaloenses con estudios de secundaria y
preparatoria, principalmente, mientras que los que llegan a trabajar
no han terminado ni la primaria, como es el caso de cerca de 200 mil
jornaleros que llegan al año para laborar en los campos agrícolas.
Muchos de estos jornaleros se quedan a
residir aquí.
Las características que tiene el
empleo en la entidad hacen pensar que la migración sinaloense se
debe a los bajos salarios.
Cálculos de investigadores de la
Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas señalan
que viven en Estados Unidos más de 650 mil sinaloenses, entre los
nacidos en Sinaloa y sus descendientes nacidos allá, es decir,
podrían constituir una ciudad como Mazatlán, lo que da cuenta de la
importancia de la migración sinaloense, a pesar de ser sólo el 2
por ciento nacional.
El flujo migratorio hacia Estados
Unidos data de finales del Siglo 19 con la llegada del ferrocarril a
Ciudad Juárez y su conexión con Texas, lo que llevó a México a
ser hasta nuestros días el principal exportador de mano de obra en
el mundo con casi 12 millones de personas, seguido por la India,
Rusia y China.
Esto indica que más del 10 por ciento
de los mexicanos viven en el exterior, principalmente en Estados
Unidos, el cual concentra el 98 por ciento.
A pesar de ello, en Sinaloa este
fenómeno es relativamente reciente, pues había permanecido bajo y
estable hasta antes de la crisis de 1994.
Se empezó a incrementar luego de la
crisis de los 90 y siguió la tendencia ascendente a partir del 2000,
para convertirse en un estado exportador de mano de obra.
Hasta 2007 siguió el incremento, pero
empezó a caer de 2008 a 2012 como la tendencia nacional ante el
declive económico estadounidense, lo que repercutió también en el
envío de remesas a familias sinaloenses.
Un problema creciente
La migración de retorno es un fenómeno
que ha cobrando importancia a nivel nacional, pues en 2006 se
contabilizaban 274 mil migrantes de retorno, en 2009 llegó a 674 mil
y para 2010 llegó a 985 mil mexicanos.
La especialista Érika Montoya Zavala
explica que es un problema creciente y se puede explicar al aumento
de la vigilancia en la frontera porque es más difícil penetrarla,
el endurecimiento de las leyes antinmigrantes y a la crisis económica
estadounidense a partir de 2008.
De los retornados en 2010, por ejemplo,
señala, 636 mil fueron deportados, es decir, a través de un retorno
forzoso.
Del total de connacionales regresados,
Sinaloa representa el 2.3 por ciento, sin embargo, de los repatriados
de manera forzosa ocupa el lugar número nueve.
La investigadora expone que esta
situación continuó en 2011 y 2012, lo que implica que Sinaloa está
recibiendo al menos a 30 mil sinaloenses al año que son regresados
de Estados Unidos.
“Es una cantidad considerable porque
representa al menos una comunidad entera al año. ¿Dónde están
esas personas, dónde están incertándose en la vida educativa, en
la vida laboral, social?”, cuestiona.
Ahora, indica, el problema es que no
hay políticas públicas especiales para incertarlos de nuevo.
Ibarra Escobar, por su parte, advierte
que se está ante una posibilidad de que esta situación se convierta
en un problema social grave.
No han visto, agrega el director de la
Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas, que los
gobiernos federal y estatal estén pensando en políticas especiales
para estos grupos.
“Los migrantes están resultando
víctimas de los daños colaterales. Ni siquiera constituyen para el
Gobierno de Enrique Peña Nieto el punto central de la agenda con EU,
en los hechos se están desatendiendo”, considera.
El doctor en Economía reconoce que la
intención del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama de sacar
adelante una reforma migratoria, ayudaría a resolver esto, mejorando
los flujos migratorios y todo el negro panorama se revertiría.
Pero arremete contra los Gobiernos
federal y estatal al acusar que actúan con una timidez
“sorprendente” ante este fenómeno.
“A nivel regional se vive la vida
loca, con un gobierno como el que tenemos que prende el piloto
automático en todo el quehacer gubernamental y resulta dramático y
preocupante que teniendo toda esta compleja problemática con EU y a
nivel mundial, en Sinaloa estemos regresando a la tranquilidad de los
60... no hay una estrategia”, subraya.
El retorno de los niños
Una forma de ver la migración de
retorno es a través de las escuelas de educación básica.
Montoya Zavala, doctora en Ciencias
Sociales e investigadora del fenómeno migratorio, se dio a la tarea
de investigar a los niños que regresan de EU a Sinaloa a retomar sus
estudios.
Encontró que en 2001 la SEPyC realizó
sólo 415 trámites de revalidación de documentos a menores que
regresaron.
Para 2006 aumentó a mil 964, en 2007 a
2070 y para 2008 llegó a 2 mil 789. En 2009 subió a más de 3 mil y
esta tendencia va al alza.
El problema, manifiesta, es que estos
niños llegan sin saber bien el español y no pueden comunicarse, por
lo que debe revisarse cómo son recibidos en las escuelas.
“Hacen falta más estudios sobre cómo
los niños están siendo recibidos en las escuelas; hay muchos que
llegan sin saber español, hablando sólo inglés y tienen problemas
porque no saben escribir en español, no saben comunicarse y muchas
veces no son visibles para los maestros; no hay un programa especial
sobre cómo tratarlos”, asevera.
Mientras no disminuyan las políticas
antiinmigrantes, se mejore la economía y baje el control de la
frontera, el retorno de mexicanos seguirá aumentando, aunque por su
naturaleza, el flujo de personas no se detendrá por mucho tiempo.
Emigración interna
De cada 100 sinaloenses que emigran:
41 se van a Baja California (Tijuana).
18 a Sonora
10 a Baja California Sur
7 a Jalisco
3 a Nayarit
Emigración internacional
Principalmente a:
California
Arizona
En menor medida:
Nevada
Washington
Texas
Oregon
Carolina del norte
98%
de los emigrantes mexicanos viven en
EU.
2%
Viven en Canadá o el resto del mundo.
Cifras
Cerca de 650 mil sinaloenses viven en
EU.
33.7 millones de mexicanos viven en EU
considerando la segunda y tercera generación.
Más de 30 mil sinaloenses retornan al
año.
Baja número de indocumentados
mexicanos. De 7 millones a 6.1 millones.
Salen por bajos salarios
Sinaloa es el que peor paga a
trabajadores con 196.4 pesos en promedio al día, contra 271.8 pesos
el promedio nacional.
Se van jóvenes
Se van a EU jóvenes entre los 20 y 34
años.
Principales estados migrantes
Guanajuato
Jalisco
Michoacán
1.6%
bajan las remesas en 2012.
2.3%
caen remesas en enero de 2013.
43%
de los migrantes mexicanos ingresaron a
EU entre 1996 y 2007.
30%
de los migrantes mexicanos en EU viven
en la pobreza.
28%
de inmigrantes cuenta con ciudadanía
estadounidense.
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