La generación perdida
Las huellas de la delincuencia organizada están dejando una estela de sangre joven; en Sinaloa, tener entre 15 y 25 años significa estar en la mira de los cárteles de las drogas y un peligro de muerte
Guillermo Gallardo
Primera de dos partes
Publicada en el periódico Noroeste
Los primos Cristian y Rodrigo caminaban el 20 de septiembre en la noche por un costado del canal Cañedo, en Yebavito, Navolato, sin imaginar que tenían sus minutos contados.
Platicaban tranquilamente cuando de pronto se les emparejó un vehículo color oscuro desde donde varios sicarios los acribillaron con armas largas.
Los jóvenes, de 18 años, intentaron correr, pero las balas fueron más rápidas. Ahí quedó tirado el cuerpo de Cristian, mientras que Rodrigo, aún con vida, fue privado de su libertad y al siguiente día encontrado muerto, torturado y degollado, por un camino de terracería. El cadáver estaba maniatado y envuelto en bolsas de plástico.
Al igual que este caso, muchos otros ocurren en Sinaloa de manera similar, con el sello de la delincuencia organizada.
Así fue asesinado Jorge, de 15 años, quien se encontraba adentro de un carro junto con su padrastro, en una gasolinera de San Pedro, cuando varios sujetos armados le dispararon y lo dejaron malherido. Alcanzó a llegar al hospital y falleció al recibir atención médica.
Éstas son las huellas del narcotráfico, que está dejando una estela de sangre joven.
El 2 de septiembre en la madrugada, un grupo de sicarios encapuchados se “adueñó” de las calles de Guamúchil. Se dirigió a la colonia La Gloria y tumbó la puerta principal de un domicilio. A punta de golpes y amenazas se llevó a Javier y Pilar, de 22 y 26 años.
Luego, los sicarios enfilaron hacia la colonia Unidad Nacional y repitieron la acción sin que policía alguno los detuviera. De ahí sacaron a los hermanos Silverio y Regino, de 19 y 22 años. Con toda impunidad los desaparecieron.
Los panteones de Sinaloa están llenos de personas jóvenes asesinadas por la delincuencia organizada.
Este tipo de muertes representan la segunda causa de decesos en hombres jóvenes en la entidad, de acuerdo con información del INEGI.
Tan sólo en este año, hasta el 12 de octubre, se habían registrado en Sinaloa mil 483 homicidios dolosos, un promedio de cinco crímenes diarios.
De acuerdo con datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, de 2005 a la fecha se han registrado 8 mil 112 muertes violentas, de las cuales, más del 60 por ciento son jóvenes que están siendo enterrados por sus padres.
Culiacán es una de las zonas más peligrosas de Sinaloa donde se registra cerca del 40 por ciento de los delitos de alto impacto, como el de Jesús Alfredo, de 23 años.
El joven iba saliendo de la Central Camionera junto con su esposa y un cuñado, cuando varios delincuentes con armas de alto poder los agredieron. La víctima quedó muerta en el lugar.
Hoy, los enfrentamientos entre cárteles de la droga y la guerra contra el narcotráfico están dejando a Sinaloa sin una generación, la cual ha sido manchada por la violencia. A estos jóvenes los han llamado la generación perdida.
Aunque no hay cifras concretas, se presume que en este sexenio, entre 23 mil y 75 mil jóvenes han sido reclutados por el crimen organizado y representan su brazo armado.
Un estudio de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados realizado en 2011, y dado a conocer recientemente, estima que son 23 mil los jóvenes involucrados con el narco, mientras que el organismo Cauce Ciudadano dio mayor dimensión al problema y reveló que son 75 mil los que están en las filas de la delincuencia.
El integrante de Cauce Ciudadano, Carlos Alberto Cruz Santiago, ubicó incluso los estados con mayor concentración de jóvenes enrolados en el narcotráfico, donde Sinaloa ocupa también el primer lugar.
“Del total de jóvenes enrolados en el narcotráfico, 24 mil son 'milicianos' del cártel de Sinaloa, 17 mil están con los Zetas y 7 mil 500 en La Familia Michoacana. Los demás están en otros grupos”, declaró a la Jornada el 6 se septiembre de este año.
'El canto de la sirena'
Hace aproximadamente 50 años se incubó en Sinaloa un mal que hoy ha hecho crisis y ha costado la vida a miles de personas. Pero lo peor de todo, está matando a los jóvenes.
La juventud se ha convertido en materia prima y rehén del narcotráfico, en una sociedad amenazante que no le ha cumplido con darle educación, empleo y seguridad.
Muchos, ante las escasas oportunidades, han sido presas del “discurso cautivador” de la delincuencia organizada y han engrosado las filas de los cárteles como sicarios y distribuidores de droga. Otros más han muerto como parte de los “daños colaterales” de la lucha del Gobierno federal contra el crimen organizado, que ha costado la vida a más de 40 mil personas en el país durante este sexenio.
“Descuidamos a los jóvenes, los tenemos perdidos. Es una generación perdida”, considera el sicólogo social Tomás Guevara Martínez.
El estudioso de la seguridad pública e investigador de la Facultad de Psicología de la UAS demanda a las autoridades acciones globales para rescatar a la juventud, sobre todo en el aspecto de la educación, empleo y cultura.
La especialista en sicología social de estudiantes de preparatoria, María Dolores Pineda, expone que ser joven en Sinaloa y particularmente en Culiacán, representa diferentes lecturas que forman parte de los imaginarios culturales a través de los cuales dan sentido a las experiencias.
Esta construcción, dice, está determinada por el contexto social donde destacan el narcotráfico, la polarización social, la violencia, la falta de oportunidades de empleo, entre otros.
“La conjunción de estos elementos permite entender la complejidad a la que se enfrenta el joven para diseñar su propio proyecto de vida, en una ciudad que se encuentra expuesta de manera constante a la violencia, en donde ésta forma ya parte del imaginario colectivo, llegan incluso a asumirse como 'normal, cotidiana y natural'”, subraya en su tesis Lo Normativo y lo Contranormativo en el Proyecto de Vida en Adolescentes de la Educación Media Superior.
Jóvenes contra jóvenes
Las páginas de la nota roja de los diarios en la entidad aparecen plagadas de asesinatos y detenciones de jóvenes.
Un análisis de la información policiaca publicada en Noroeste durante este año, muestra que los crímenes y las víctimas de la violencia son en su mayoría jóvenes entre 15 y 25 años. Peor aún, los detenidos por asaltos, robos, secuestros, con armas de fuego y droga, son adolescentes y jóvenes en este mismo rango de edad.
Tan sólo una muestra de las notas publicadas en enero de este año, las edades de las personas muertas por situaciones violentas fluctúan entre los 16 y 35 años y el promedio general es de 32 años.
Según el análisis realizado, del total de asesinatos contabilizados en ese mes (110 de 166 muertos), 42 de ellos tenían entre los 16 y 25 años, es decir, el 38 por ciento; 29, en el rango de los 26 y 35, que significan el 26 por ciento; y el resto (29), de 36 años o más.
El comportamiento en los siguientes meses fue el mismo, por ejemplo, en agosto, de una muestra de 94 crímenes, se encontró que la edad promedio de las personas muertas fue de 32 años.
En cuanto a los rangos, se estableció que entre los 16 y los 25 años hay 32 personas asesinadas, que representan el 34 por ciento del total. Entre los 26 y los 35 murieron 36 individuos, el 38 por ciento; y de los 36 en adelante fueron 26, con el 28 por ciento de prevalencia.
En el caso de las detenciones por diversos delitos, el estudio reveló que la edad promedio de los presuntos asesinos, robacarros, puchadores, sicarios, secuestradores, asaltantes y rateros, es de 23 años.
Hay personas capturadas por las diversas instituciones policiacas que tienen desde 12, 13, 15, 16 y 17 años, aunque predominan las edades de 18 a 25 años.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la encuesta de 2008 ya arrojaba un alza en la incidencia. Destaca que 43 de cada 100 presuntos delincuentes del fuero federal y 41 de cada 100 presuntos delincuentes del fuero común, eran jóvenes. Estas cifras han ido en aumento.
Pero no solamente los están matando o deteniendo, también los están desapareciendo.
Informes de la CDDH detallan que de 2003 a la fecha tienen registrados 250 casos de desapariciones forzosas, la mayoría de ellos de menores de 25 años.
“Es preocupante que nuestros jóvenes estén cayendo al panteón y al bote”, indica Leonel Aguirre Meza, presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa.
Juventud de alto riesgo
De acuerdo con el estudio global de Homicidios 2010 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, el riesgo de convertirse en una víctima de homicidio a nivel mundial es más alto en los hombres jóvenes entre los 15 y 29 años.
Incluso, revela, ser joven en un país con bajo ingreso, alta desigualdad y problemas de narcotráfico, tiene un alto riesgo de morir asesinado.
“En una muestra de 29 países de América, los hombres de 20-24 años constituyen el grupo más grande de víctimas de homicidios (16 por ciento), seguido por los hombres de 25-29 (14 por ciento) y los hombres de 30-34 años (11 por ciento”, señala el estudio de la ONU.
En contraste, expone, la proporción de mujeres víctimas de asesinato constituyen el 2 por ciento en edades de 20-24 años y disminuye con mayor edad.
En cuanto a la situación de México, el análisis revela que la dominación de los grupos del crimen organizado ha provocado un notable incremento en la violencia letal que no sólo afecta a los miembros de los cárteles de la droga, sino también a los miembros de las fuerzas de seguridad y a transeúntes inocentes.
Establece que la violencia letal es ejercida mayormente de hombres contra hombres y se puede observar una tendencia a la alza de homicidios a más temprana edad.
“Sin embargo, el aumento de los homicidios afectó incluso al grupo de edad de 15-19 años, ya sea como miembros de grupos de narcotraficantes o simplemente porque se encontraban en el lugar equivocado en el momento equivocado.
“Es evidente que algunos grupos de la delincuencia organizada utilizan a personas aún más jóvenes y niños en sus filas, lo que los expone a un mayor riesgo de ser asesinados”, subraya la ONU.
Según el estudio sobre asesinatos del organismo internacional, México registró un aumento del 65 por ciento en homicidios en el periodo de 2005-2010.
La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito ubica a Sinaloa como uno de los cuatro principales estados más violentos de esta nación.
“En México, por ejemplo, los homicidios se concentran en un pequeño número de estados: Chihuahua, Sinaloa, Guerrero y Baja California, que representan aproximadamente el 11 por ciento de la población, y concentran el 41 por ciento de los delitos de alto impacto en 2010 en el país”, manifiesta.
Mientras los jóvenes están cayendo en la guerra entre cárteles y la lucha del Gobierno contra el narcotráfico, no se ven acciones concretas por parte de la federación y el Estado para contrarrestar este serio problema que está socavando a esta generación.
Muerte juvenil
Entre 23 mil y 75 mil los jóvenes involucrados con el narco.
Más del 60 por ciento de los asesinados son jóvenes.
Entre 16 y 35 años son la mayoría de las edades de las personas asesinadas.
La edad promedio de los detenidos es de 23 años.
250 casos de desapariciones forzosas, la mayoría de ellos de menores de 25 años.
Frase
“Descuidamos a los jóvenes, los tenemos perdidos. Es una generación perdida”.
Tomás Guevara Martínez
Especialista en sicología social
“Es preocupante que nuestros jóvenes estén cayendo al panteón y al bote”.
Leonel Aguirre Meza
Presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa.
lunes, 31 de octubre de 2011
Jóvenes, rehenes del narco
Juventud acorralada
Las nuevas generaciones están atrapadas en la subcultura del narcotráfico, la desintegración familiar, la drogadicción, así como la falta de educación, empleo, salud y vivienda
Guillermo Gallardo
Segunda parte
La juventud sinaloense está acorralada en una sociedad que los ha excluido y ahora busca de manera fácil obtener dinero atrapada en una subcultura del narcotráfico, que la está llevando a la muerte.
La falta de políticas públicas adecuadas ha provocado que muchos jóvenes sinaloenses sean “abrazados” por los tentáculos del crimen organizado y caigan víctimas de las balas de la lucha entre cárteles, o producto de la guerra del gobierno contra la delincuencia organizada.
En este problema juega un papel muy importante la desintegración familiar, el entorno en el que se vive, así como la falta de oportunidades de educación, empleo, salud y vivienda.
Todo este escenario se complica con el aumento en la venta y consumo de drogas, a tal grado que está envenenando hasta a los niños y niñas desde los 12 años.
Pero la solución a esta situación no se ve a corto ni mediano plazo, pues el gobierno no tiene precisas las dimensiones del problema, salvo en el discurso político, aseguran especialistas y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa.
El rezago educativo
Uno de los principales motivos por los que son arrojados los jóvenes a los brazos del narco es la falta de educación.
En Sinaloa, de acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2010 del INEGI, de cada 100 hombres y mujeres de 15 a 29 años, sólo 41 asisten a la escuela.
En promedio, la población joven tiene 10 años de estudio, es decir, cuenta con primer grado de educación media superior.
En cuanto a la distribución porcentual según el nivel de instrucción de la población joven, el 34.2 por ciento de la población joven tiene educación media superior y superior; el 40.5 por ciento secundaria completa; 20 por ciento primaria completa; y 4.4 primaria incompleta.
Según información de la Subsecretaría de Educación Media Superior de la SEPyC, el 66 por ciento de la población adolescente ingresa a bachillerato y el resto queda fuera.
Además, de los que inician la prepa, el 25 por ciento no la terminan.
Al no haber oportunidades, parte de la juventud se queda sin estudiar ni trabajar. A este sector se le llama “ninis”, los cuales, según el Rector de la UNAM, José Narro Robles, representan 7.5 millones de jóvenes en el país.
Sin embargo, el Gobierno federal sólo reconoce 285 mil “ninis”.
De acuerdo con información publicada en Noroeste, el diputado federal Óscar Lara Salazar, informa que en Sinaloa hay cerca de 50 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan y que de no tomar medidas en materia de educación, las cifras se dispararán.
“Estamos viendo un Estado que en la práctica se está convirtiendo en un proveedor de la mano de obra de la delincuencia organizada”, expresa el Legislador.
Dañan drogas hasta a niños
Otro aspecto que ha dañado enormemente a la nueva generación es la drogadicción, producto del incremento de la venta de estupefacientes en colonias y pueblos de Sinaloa.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, la más reciente publicada por el Gobierno federal, revela que el consumo de drogas en México está aumentando, la mariguana sigue siendo la preferida, el consumo de la cocaína se duplicó y las metanfetaminas muestran tendencias de crecimiento.
El consumo en las mujeres va en incremento en mayor proporción que en los hombres; y los adolescentes entre los 12 y 17 años son los que están en mayor riesgo.
También señala que las generaciones actuales son las que se encuentran más expuestas a la oportunidad de usar drogas, las consumen en mayor proporción y abusan más de ellas que las generaciones anteriores.
Contrario a este incremento, sólo la mitad de los jóvenes entre los 12 y 25 años ha estado expuesta a la prevención.
De acuerdo con el INEGI, Sinaloa está entre los principales 14 estados consumidores de droga, sobre todo cocaína y metanfetaminas.
Sociedad amenazante
Para el especialista en sicología social, Tomás Guevara Martínez, los jóvenes de ahora están creciendo en una sociedad amenazante que los amedrenta cotidianamente.
“Los jóvenes crecen ahora en una realidad donde no hay escuela para todos, en donde no hay empleo, en donde está la amenaza del sida, la amenaza de la inseguridad y la desintegración familiar, donde hay una pérdida de valores, donde hay un mundo corrupto y de impunidad, sin ninguna comparación con la realidad que nosotros vivimos”, expone.
Mientras que la generación anterior creció en un ambiente de familia unida, hoy prevalece la desintegración familiar que amenaza a toda la sociedad.
“Entonces, en este mundo, ¿qué generación de jóvenes se va a sentar a pensar en un proyecto futuro? No hay, la idea de futuro de los jóvenes de hoy cambió completamente respecto a la generación anterior”, asevera.
Esta desintegración familiar aceleró la descomposición de los jóvenes, quienes quedaron vulnerables ante la delincuencia organizada.
Guevara Martínez asegura que hay una ruptura generacional acelerada por los medios de comunicación, como por ejemplo el desarrollo de Internet, el celular, la computadora.
Los niños y adolescentes manejan las computadoras y el Internet y el papá ni siquiera tiene un celular.
“Son abismos generacionales que han dislocado la comunicación entre una generación y otra”.
¿Dónde entra la delincuencia organizada?
Los jóvenes quedan totalmente independizados del mundo adulto. Esta dislocación de la comunicación colocó a los jóvenes en un mundo propio, y ante una sociedad amenazante, la inseguridad, el desempleo, etcétera, los dejó en una situación de vulnerabilidad y fueron cautivados por el discurso de lo ilícito.
El investigador de la Facultad de Psicología de la UAS manifiesta que el problema del narcotráfico fue mal abordado por el Gobierno federal.
“Creo que fue un verdadero error el haber iniciado una guerra contra el crimen organizado sin haber previsto o imaginado siquiera las consecuencias sociales que pudieran tener. Eso que llaman efectos colaterales a mí me da la impresión que son mucho más lastimosos que el propio tráfico de drogas”, asegura.
Lo peor de todo, dice, es que los padres están enterrando a sus hijos cuando la ley de la naturaleza es al revés.
“Ahora resulta que el padre no le da educación y más bien está dando sepultura a su hijo”, asevera.
Guevara Martínez hace un llamado a la sociedad, y principalmente a los jóvenes, a salir a la calle a indignarse contra la situación que prevalece.
“Las asociaciones civiles están promoviendo que la sociedad ya no se quede callada, que denuncie, que se indigne por esta situación; si nosotros nos quedamos acorralados en el miedo, la situación va a empeorar.
“Ahorita el primer paso que la sociedad tiene que dar es cambiar su esquema emocional, ya no es el miedo, el temor, la incertidumbre lo que debe guiar nuestro comportamiento, sino el coraje, la indignación, porque esta manera como se ha lastimado a la vida cotidiana ya no se puede seguir soportando”, añade.
Para reencontrarse con la juventud, propone también hacer el esfuerzo de entender a los jóvenes a través de la educación y la cultura.
La cultura del narco
“Pues es la única forma de agarrar dinero ahorita, porque pones a un profesionista y a un narco, gana más un narco”; “Para lo que yo quiero estudiar es piloto aviador, es más o menos para eso, por ejemplo un amigo que me diga que quiere que yo trabaje para él, que le lleve un cargamento en la avioneta...”; “... A veces le digo jugando a mi mamá: me voy a casar con un narco, pero no te sabría decir qué tanto lo quiero...”; “Tal vez cuidando mercancía en mi casa, no sé de matador, de ser el jefe, sí lo haría si lo necesitara realmente, de andar con el jefe cuidándolo, matando gente, por qué no”.
Éstas son expresiones de algunos estudiantes de preparatoria que hablan sobre el narcotráfico y que fueron plasmadas en la tesis Lo Normativo y Contranormativo en el Proyecto de Vida de los Adolescentes de Educación Media Superior, de la Maestra María Dolores Pineda Mejía.
Expone que la cultura del narcotráfico es elaborada por los adolescentes a partir de dos referentes, la primera, como producto de la cultura propia de los narcotraficantes: vestimenta, tipos de carros, costumbres, música; y la segunda, como aceptación, admiración y adopción de sus valores por gente ajena a dicha actividad.
“Algunas personas piensan que sí es un orgullo ser narco, porque los corridos son los que alaban a los mafiosos, y hablan de personas que quisieran ser como él”, expresa Pineda Mejía.
Ante esta realidad, expone que es un gran reto para la educación media superior generar transformaciones que den oportunidades de desarrollo a los adolescentes.
Tiene Estado estrategia equivocada
Para el dirigente de la CDDH, el Estado ha respondido de manera equivocada ante el involucramiento de los jóvenes en la delincuencia organizada.
“Cuando ya nos dimos cuenta que estaba incidiendo a la alza el problema de los jóvenes, lo que hace el estado es penalizarlos.
“Ciertamente hay muchos jóvenes delinquiendo, pero la primera respuesta del Estado es crear una ley de justicia para menores que no lleva más que la idea de sancionarlos como adultos”, asevera el presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, Leonel Aguirre Meza.
Destaca que no hay políticas públicas donde los tres órdenes del Gobierno, así como los poderes Judicial y Legislativo tengan como centro de su actuar el resolver el problema de la juventud que está inclinándose por incorporarse al crimen organizado.
El ombudsman afirma que el Gobierno viola los derechos universales de este sector de la población pues no ha sido capaz de garantizarles las condiciones para vivir con dignidad como lo es la salud, alimentación, vivienda, educación, empleo, salario digno y recreación.
“La pregunta es: ¿El Estado se encuentra preocupado realmente por cumplir esto? No lo está, de tal manera que en la calle casi todos ven con desespero que tan poco alentador es terminar una carrera profesional, incluso un posgrado, viendo las pocas condiciones de empleo que hay; incluso los salarios que tenemos, aún siendo profesionistas, no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas de la familia”.
Por ello, dice, muchos jóvenes, cuando se les plantea una opción alterna que indica irse a trabajar de forma ilegal, lo aceptan.
“Estos jóvenes están viendo la opción del dinero fácil, en la que además, nuestra cultura los premia, los admira, les hace corridos, los atienden de manera diferenciada en las discos, traen dinero, armas y las morras se fijan más en ellos”, expone.
A pesar de que a diario están cayendo los jóvenes víctimas de las balas y a la cárcel, no se ven acciones del Estado a corto y mediano plazo para remediar esta situación, indica.
“Yo no veo que el Estado a corto y mediano plazo esté preocupado realmente por girar la vista hacia nuestros niños y jóvenes para verlos como algo prioritario, salvo en el discurso político”, añade.
Aguirre Meza lamenta que hasta el momento no se vea una salida a la guerra contra el narcotráfico.
“No se ve una disminución en el consumo de drogas, al contrario está aumentando el consumo y cada vez un sector más grande de jóvenes está cayendo en él, sin que haya una política pública por solucionarlo; además, ya tenemos años en la guerra y el pretexto de bajar el número de homicidio no se cumplió, al contrario se cuadruplicó”, cita.
Frase
“Estos jóvenes están viendo la opción del dinero fácil, en la que además, nuestra cultura los premia, los admira, les hace corridos, los atienden de manera diferenciada en las discos, traen dinero, armas y las morras se fijan más en ellos”.
Leonel Aguirre Meza
Presidente de la CDDH
--
El rezago
La educación de los jóvenes en 2010:
34.2%
tiene educación media superior y superior en 2010.
40.5%
Cuenta con secundaria completa.
20%
Tiene primaria completa.
4.4%
cuenta con primaria incompleta.
7.5
millones de ninis, según la UNAM.
Las nuevas generaciones están atrapadas en la subcultura del narcotráfico, la desintegración familiar, la drogadicción, así como la falta de educación, empleo, salud y vivienda
Guillermo Gallardo
Segunda parte
La juventud sinaloense está acorralada en una sociedad que los ha excluido y ahora busca de manera fácil obtener dinero atrapada en una subcultura del narcotráfico, que la está llevando a la muerte.
La falta de políticas públicas adecuadas ha provocado que muchos jóvenes sinaloenses sean “abrazados” por los tentáculos del crimen organizado y caigan víctimas de las balas de la lucha entre cárteles, o producto de la guerra del gobierno contra la delincuencia organizada.
En este problema juega un papel muy importante la desintegración familiar, el entorno en el que se vive, así como la falta de oportunidades de educación, empleo, salud y vivienda.
Todo este escenario se complica con el aumento en la venta y consumo de drogas, a tal grado que está envenenando hasta a los niños y niñas desde los 12 años.
Pero la solución a esta situación no se ve a corto ni mediano plazo, pues el gobierno no tiene precisas las dimensiones del problema, salvo en el discurso político, aseguran especialistas y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa.
El rezago educativo
Uno de los principales motivos por los que son arrojados los jóvenes a los brazos del narco es la falta de educación.
En Sinaloa, de acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2010 del INEGI, de cada 100 hombres y mujeres de 15 a 29 años, sólo 41 asisten a la escuela.
En promedio, la población joven tiene 10 años de estudio, es decir, cuenta con primer grado de educación media superior.
En cuanto a la distribución porcentual según el nivel de instrucción de la población joven, el 34.2 por ciento de la población joven tiene educación media superior y superior; el 40.5 por ciento secundaria completa; 20 por ciento primaria completa; y 4.4 primaria incompleta.
Según información de la Subsecretaría de Educación Media Superior de la SEPyC, el 66 por ciento de la población adolescente ingresa a bachillerato y el resto queda fuera.
Además, de los que inician la prepa, el 25 por ciento no la terminan.
Al no haber oportunidades, parte de la juventud se queda sin estudiar ni trabajar. A este sector se le llama “ninis”, los cuales, según el Rector de la UNAM, José Narro Robles, representan 7.5 millones de jóvenes en el país.
Sin embargo, el Gobierno federal sólo reconoce 285 mil “ninis”.
De acuerdo con información publicada en Noroeste, el diputado federal Óscar Lara Salazar, informa que en Sinaloa hay cerca de 50 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan y que de no tomar medidas en materia de educación, las cifras se dispararán.
“Estamos viendo un Estado que en la práctica se está convirtiendo en un proveedor de la mano de obra de la delincuencia organizada”, expresa el Legislador.
Dañan drogas hasta a niños
Otro aspecto que ha dañado enormemente a la nueva generación es la drogadicción, producto del incremento de la venta de estupefacientes en colonias y pueblos de Sinaloa.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, la más reciente publicada por el Gobierno federal, revela que el consumo de drogas en México está aumentando, la mariguana sigue siendo la preferida, el consumo de la cocaína se duplicó y las metanfetaminas muestran tendencias de crecimiento.
El consumo en las mujeres va en incremento en mayor proporción que en los hombres; y los adolescentes entre los 12 y 17 años son los que están en mayor riesgo.
También señala que las generaciones actuales son las que se encuentran más expuestas a la oportunidad de usar drogas, las consumen en mayor proporción y abusan más de ellas que las generaciones anteriores.
Contrario a este incremento, sólo la mitad de los jóvenes entre los 12 y 25 años ha estado expuesta a la prevención.
De acuerdo con el INEGI, Sinaloa está entre los principales 14 estados consumidores de droga, sobre todo cocaína y metanfetaminas.
Sociedad amenazante
Para el especialista en sicología social, Tomás Guevara Martínez, los jóvenes de ahora están creciendo en una sociedad amenazante que los amedrenta cotidianamente.
“Los jóvenes crecen ahora en una realidad donde no hay escuela para todos, en donde no hay empleo, en donde está la amenaza del sida, la amenaza de la inseguridad y la desintegración familiar, donde hay una pérdida de valores, donde hay un mundo corrupto y de impunidad, sin ninguna comparación con la realidad que nosotros vivimos”, expone.
Mientras que la generación anterior creció en un ambiente de familia unida, hoy prevalece la desintegración familiar que amenaza a toda la sociedad.
“Entonces, en este mundo, ¿qué generación de jóvenes se va a sentar a pensar en un proyecto futuro? No hay, la idea de futuro de los jóvenes de hoy cambió completamente respecto a la generación anterior”, asevera.
Esta desintegración familiar aceleró la descomposición de los jóvenes, quienes quedaron vulnerables ante la delincuencia organizada.
Guevara Martínez asegura que hay una ruptura generacional acelerada por los medios de comunicación, como por ejemplo el desarrollo de Internet, el celular, la computadora.
Los niños y adolescentes manejan las computadoras y el Internet y el papá ni siquiera tiene un celular.
“Son abismos generacionales que han dislocado la comunicación entre una generación y otra”.
¿Dónde entra la delincuencia organizada?
Los jóvenes quedan totalmente independizados del mundo adulto. Esta dislocación de la comunicación colocó a los jóvenes en un mundo propio, y ante una sociedad amenazante, la inseguridad, el desempleo, etcétera, los dejó en una situación de vulnerabilidad y fueron cautivados por el discurso de lo ilícito.
El investigador de la Facultad de Psicología de la UAS manifiesta que el problema del narcotráfico fue mal abordado por el Gobierno federal.
“Creo que fue un verdadero error el haber iniciado una guerra contra el crimen organizado sin haber previsto o imaginado siquiera las consecuencias sociales que pudieran tener. Eso que llaman efectos colaterales a mí me da la impresión que son mucho más lastimosos que el propio tráfico de drogas”, asegura.
Lo peor de todo, dice, es que los padres están enterrando a sus hijos cuando la ley de la naturaleza es al revés.
“Ahora resulta que el padre no le da educación y más bien está dando sepultura a su hijo”, asevera.
Guevara Martínez hace un llamado a la sociedad, y principalmente a los jóvenes, a salir a la calle a indignarse contra la situación que prevalece.
“Las asociaciones civiles están promoviendo que la sociedad ya no se quede callada, que denuncie, que se indigne por esta situación; si nosotros nos quedamos acorralados en el miedo, la situación va a empeorar.
“Ahorita el primer paso que la sociedad tiene que dar es cambiar su esquema emocional, ya no es el miedo, el temor, la incertidumbre lo que debe guiar nuestro comportamiento, sino el coraje, la indignación, porque esta manera como se ha lastimado a la vida cotidiana ya no se puede seguir soportando”, añade.
Para reencontrarse con la juventud, propone también hacer el esfuerzo de entender a los jóvenes a través de la educación y la cultura.
La cultura del narco
“Pues es la única forma de agarrar dinero ahorita, porque pones a un profesionista y a un narco, gana más un narco”; “Para lo que yo quiero estudiar es piloto aviador, es más o menos para eso, por ejemplo un amigo que me diga que quiere que yo trabaje para él, que le lleve un cargamento en la avioneta...”; “... A veces le digo jugando a mi mamá: me voy a casar con un narco, pero no te sabría decir qué tanto lo quiero...”; “Tal vez cuidando mercancía en mi casa, no sé de matador, de ser el jefe, sí lo haría si lo necesitara realmente, de andar con el jefe cuidándolo, matando gente, por qué no”.
Éstas son expresiones de algunos estudiantes de preparatoria que hablan sobre el narcotráfico y que fueron plasmadas en la tesis Lo Normativo y Contranormativo en el Proyecto de Vida de los Adolescentes de Educación Media Superior, de la Maestra María Dolores Pineda Mejía.
Expone que la cultura del narcotráfico es elaborada por los adolescentes a partir de dos referentes, la primera, como producto de la cultura propia de los narcotraficantes: vestimenta, tipos de carros, costumbres, música; y la segunda, como aceptación, admiración y adopción de sus valores por gente ajena a dicha actividad.
“Algunas personas piensan que sí es un orgullo ser narco, porque los corridos son los que alaban a los mafiosos, y hablan de personas que quisieran ser como él”, expresa Pineda Mejía.
Ante esta realidad, expone que es un gran reto para la educación media superior generar transformaciones que den oportunidades de desarrollo a los adolescentes.
Tiene Estado estrategia equivocada
Para el dirigente de la CDDH, el Estado ha respondido de manera equivocada ante el involucramiento de los jóvenes en la delincuencia organizada.
“Cuando ya nos dimos cuenta que estaba incidiendo a la alza el problema de los jóvenes, lo que hace el estado es penalizarlos.
“Ciertamente hay muchos jóvenes delinquiendo, pero la primera respuesta del Estado es crear una ley de justicia para menores que no lleva más que la idea de sancionarlos como adultos”, asevera el presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, Leonel Aguirre Meza.
Destaca que no hay políticas públicas donde los tres órdenes del Gobierno, así como los poderes Judicial y Legislativo tengan como centro de su actuar el resolver el problema de la juventud que está inclinándose por incorporarse al crimen organizado.
El ombudsman afirma que el Gobierno viola los derechos universales de este sector de la población pues no ha sido capaz de garantizarles las condiciones para vivir con dignidad como lo es la salud, alimentación, vivienda, educación, empleo, salario digno y recreación.
“La pregunta es: ¿El Estado se encuentra preocupado realmente por cumplir esto? No lo está, de tal manera que en la calle casi todos ven con desespero que tan poco alentador es terminar una carrera profesional, incluso un posgrado, viendo las pocas condiciones de empleo que hay; incluso los salarios que tenemos, aún siendo profesionistas, no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas de la familia”.
Por ello, dice, muchos jóvenes, cuando se les plantea una opción alterna que indica irse a trabajar de forma ilegal, lo aceptan.
“Estos jóvenes están viendo la opción del dinero fácil, en la que además, nuestra cultura los premia, los admira, les hace corridos, los atienden de manera diferenciada en las discos, traen dinero, armas y las morras se fijan más en ellos”, expone.
A pesar de que a diario están cayendo los jóvenes víctimas de las balas y a la cárcel, no se ven acciones del Estado a corto y mediano plazo para remediar esta situación, indica.
“Yo no veo que el Estado a corto y mediano plazo esté preocupado realmente por girar la vista hacia nuestros niños y jóvenes para verlos como algo prioritario, salvo en el discurso político”, añade.
Aguirre Meza lamenta que hasta el momento no se vea una salida a la guerra contra el narcotráfico.
“No se ve una disminución en el consumo de drogas, al contrario está aumentando el consumo y cada vez un sector más grande de jóvenes está cayendo en él, sin que haya una política pública por solucionarlo; además, ya tenemos años en la guerra y el pretexto de bajar el número de homicidio no se cumplió, al contrario se cuadruplicó”, cita.
Frase
“Estos jóvenes están viendo la opción del dinero fácil, en la que además, nuestra cultura los premia, los admira, les hace corridos, los atienden de manera diferenciada en las discos, traen dinero, armas y las morras se fijan más en ellos”.
Leonel Aguirre Meza
Presidente de la CDDH
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El rezago
La educación de los jóvenes en 2010:
34.2%
tiene educación media superior y superior en 2010.
40.5%
Cuenta con secundaria completa.
20%
Tiene primaria completa.
4.4%
cuenta con primaria incompleta.
7.5
millones de ninis, según la UNAM.
martes, 18 de octubre de 2011
SEMBLANZA A EMPRESARIO SINALOENSE
Guillermo Elizondo Collard
Presidente del Grupo Ceres
Tiene espíritu innovador
El empresario sinaloense, a sus 80 años, es uno de los hombres de negocios más importantes del país; asegura que ha aprendido de los fracasos, le gusta su trabajo y hace de sus negocios una manera de divertirse en la vida
Guillermo Gallardo
(Publicado en el periódico Noroeste Culiacán el 18 de octubre de 2011)
Guillermo Elizondo Collard es uno de los hombres más importantes del País porque ha aprendido de los fracasos, le gusta lo que hace y ha hecho de sus negocios una manera de divertirse en la vida. Ésta es su fórmula del éxito.
A sus 80 años dice ser un hombre feliz y optimista, al que no solamente le gusta recibir, sino repartir a los demás de lo que sus empresas le han dado.
El dueño del grupo Ceres, que aglutina a 13 empresas, la mayoría del ramo agropecuario, asegura que crear empleos es realmente una labor social y que sus negocios dan trabajo a alrededor de mil 200 personas, de las cuales 500 son de planta y el resto eventuales, aunque aclara que a muchos de esos eventuales los mantienen ocupados casi permanentemente.
El empresario es considerado un ejemplo en Sinaloa por su perseverancia en la conformación de negocios. Su espíritu emprendedor e innovador lo ha llevado durante 50 años a desarrollar y dirigir al Grupo Ceres que figura ya entre las 500 empresas más importantes de México.
No le gustó ser empleado
Elizondo Collard es un hombre austero, de trato amable. Con ocho décadas encima aún lleva las riendas del grupo, en espera de una sucesión que “inmortalice” sus empresas.
Su despacho dice mucho de su personalidad, de su vida, donde destacan fotos familiares y de cuando saludó personalmente a Juan Pablo II, en el Vaticano, pero sobre todo está rodeado de figuras y esculturas de caballos, la mayoría de ellas trofeos que ha obtenido en su larga afición por los equinos de carreras. El mismo cuadro se repite en su casa.
Nació el 15 de agosto de 1931 en El Rosario, tiempo en el que la actividad minera daba vida a esta región del sur de Sinaloa.
Ahí se encontraba la segunda mina más importante del país en extracción de oro y plata, por lo que su abuelo y su padre se asentaron en este lugar.
Su familia por problemas políticos derivados de la Revolución tuvieron que huir del país.
“Mi abuelo, don Jesús Elizondo, (en la época de la revolución) era del grupo financiero que apoyaba a (Francisco) Madero en Sinaloa, junto con muchos otros, teniendo como líder a un señor de apellido Peña. Entonces, cuando llega Victoriano Huerta al poder, mi abuelo, junto con su familia, tuvo que huir a Estados Unidos. Mi padre también se fue.
“Después de pasado el peligro, mi padre, sus hermanas y mi abuelo se regresaron y se asentaron en El Rosario”, recuerda Elizondo Collard.
Su padre Guillermo Elizondo Lizárraga contrajo matrimonio con Flavia Collard Espinoza y tuvieron cuatro hijos. Guillermo fue el segundo.
En ese entonces, don Jesús Elizondo era el que recibía y pagaba el oro que se sacaba de la mina. Posteriormente, la familia obtuvo la concesión de la Lotería Nacional y ahí el niño Guillermo dio sus primeros pasos en los negocios vendiendo billetes de lotería. Ese fue su primer trabajo cuando tenía menos de 10 años.
“La primaria la estudié en una escuela privada en El Rosario de una señorita Millán, que había sido profesora de mi papá; el sexto año fui a la escuela oficial porque ahí sí te daban el certificado. La secundaria ya nos vinimos mi hermana mayor y yo a Mazatlán donde vivimos con unos tíos”, recuerda el empresario.
El niño Elizondo estuvo tres años en el puerto, pero se fue a concluir un año de secundaria al colegio Cervantes de Guadalajara; poco después su papá lo envió con unos tíos a San José, California, a la High School.
La adolescencia la pasó entre Guadalajara y Estados Unidos y su juventud en Monterrey, cuando decide irse a estudiar para ingeniero agrónomo, en el Tecnológico de Monterrey.
Su interés por la investigación agrícola lo llevó a realizar en dos periodos vacacionales de dos meses su servicio social en la Oficina de Estudios Especiales que auspiciaban la Fundación Rockefeller y la Secretaría de Agricultura federal.
Como premio a su desempeño, al concluir la universidad, la fundación le ofreció trabajo. Ahí aprendió el manejo genético de las plantas, principio que le ayudó a darle una real importancia a la investigación y formar su propia empresa de semillas certificadas de su propiedad.
Pero su labor en esta área terminaría poco tiempo después al darse cuenta del poco futuro económico que tendría.
“Yo ganaba 600 pesos mensuales y me gustaba mucho mi trabajo. Entonces me ofrecieron una beca para estudiar una maestría, ya estaba inscrito, había pasado los exámenes de admisión, pero en esas fechas llegó un compadre mío con la maestría y le subieron de 600 a 700 pesos, después de un año y medio de estudios.
“Luego llegó con un doctorado el doctor Óscar Brauer, quien fue Secretario de Agricultura, y le subieron a 900 pesos. Entonces dije, yo me voy a ir a estudiar la maestría para ganar 700 pesos en año y medio y dos más para ganar 900 pesos con el doctorado, entonces renuncié”, expone.
Luego de esta etapa, Elizondo Collard se fue a Guasave donde trabajó en una compañía de fertilizantes.
“No me gustó estar de empleado y traté de hacer cosas por mi cuenta”, agrega.
Sus inicios
El joven Elizondo tenía muchas inquietudes, pero no contaba con recursos económicos para emprender algún negocio.
Entonces ideó empezar a hacer historial crediticio para que los bancos le prestaran dinero.
Fue con un banquero amigo suyo llamado Óscar Girón, a quien le pidió mil pesos prestados y se los dio a 30 días. Los tomó, se los llevó a su casa, los puso entre las camisas y los guardó.
Al mes llegó con el banquero y pagó de su sueldo los intereses. Volvió a los días y le pidió 3 mil pesos e hizo lo mismo. En el ínter iba buscando una opción de negocio.
Posteriormente solicitó 5 mil y luego 10 mil, pero ya no podía seguir pagando los intereses con su sueldo.
Entonces encontró la forma de establecer su empresa. En Sinaloa se acostumbraba a limpiar las semillas de maíz, frijol, soya y arroz, entonces ideó comprar una cribadora.
En Michigan vendían cribadoras portátiles pero costaban 75 mil pesos, de los cuales, 25 mil tenía que pagar para ponerla en la frontera y 50 mil para traerla a Sinaloa.
Fue de nuevo con Girón y le pidió 25 mil pesos, se los prestó y los mandó a Michigan. Ahora tenía que conseguir los otros 50 mil.
“Fui con los que tenían cosecha y les decía, dame chanza, yo te limpio la semilla, te cuesta tanto y adelántame tanto; y todo mundo me adelantó hasta que completé los 50 mil pesos con el trabajo que iba a hacer en el futuro”, cita.
Esa fue su primera incursión en la Iniciativa Privada, y se llamó Cribas Portátiles del Noroeste.
Posteriormente funda junto con unos parientes de Mazatlán la primera empresa por la cual festeja los 50 años del Grupo Ceres y que se llamó Tractores y Semillas porque les dieron la distribución de unos tractores alemanes marca Porsche enfriados por aire, que era un principio de los tanques de guerra alemanes.
“Me puse a vender tractores y vendí bastantes, pero la fábrica en Alemania quebró y se acabó parte del negocio. En lugar de tractores empezamos a vender otras cosas y la empresa cambió de nombre a Semillas y Fertilizantes (Sefersa) que aún funciona”.
Luego, indica, le ofrecieron la venta de tractores e implementos John Deere en el norte de Sinaloa, empresa que ya cumplió 30 años.
Hacia las grandes ligas
La inquietud de Elizondo por innovar lo llevó también a la investigación agrícola. Su objetivo era tener sus propios híbridos de maíz y otros granos para competir con las grandes empresas trasnacionales.
“Cuando tuve algunos recursos contraté a tres investigadores e inicié la vinculación entre la empresa y ellos y les dije: yo quiero lograr maíces híbridos blancos que puedan producir más o igual que la competencia. Les di dinero, hicimos un plan y los dejé trabajar. Doce años después llegaron con los maíces para competir con los americanos en forma ventajosa y formamos la empresa Semillas Ceres”, manifiesta.
La empresa se fundó en 1991 y actualmente están en Centroamérica. Pretendían irse a Brasil y Argentina pero la helada de febrero los dejó sin semilla.
Actualmente tienen en el mercado alrededor de 20 híbridos de maíces adaptados para diferentes regiones del país y cuentan con centros de investigación en cada uno de ellos.
Incluso, Elizondo informa que ya están haciendo maíces transgénicos pero la investigación la desarrollan en Hawaii debido a que en México no se autoriza todavía.
En cuanto en el país se dé la anuencia para sembrar transgénicos, dice, ya van a estar preparados.
Así, actualmente el Grupo Ceres está integrado por 13 empresas, entre las que también se encuentran Agroequipos del Valle, Almacenadora Regional Mexicana, Agrocapital, Mercanta, Terminal Transoceánica de Topolobampo, Centro de Productividad Ceres, Corporativo Ceres, Agra Sinaloense, Rancho Natoches y Fondo de Aseguramiento Agrícola El Sembrador, entre otras.
La familia
Guillermo Elizondo conoció a Silvia Macías Díaz de León en 1958 cuando trabajaba en Guasave y decidieron casarse en diciembre de 1960.
En 1961 trasladó su residencia a Los Mochis.
El matrimonio Elizondo Macías tuvo cuatro hijos que nacieron en 1962, 1963, 1964 y 1968.
El mayor se llama Guillermo quien está integrado al Grupo Ceres encargado de Ceres Agrotecnología; Luis está a cargo de la inmobiliaria, es socio y consejero de Grupo Ceres, y Alejandro dejó el Grupo para adquirir el ingenio de Los Mochis. Los tres son socios y consejeros del Grupo Ceres y sus empresas.
Otro de sus hijos, Carlos, murió hace 13 años, y en su honor formó la Fundación Carlos Elizondo IAP cada a hacer labor filantrópica.
-- ¿Cuáles han sido la mejor y la peor época de su vida?
La peor época de mi vida fue cuando se murió mi hijo Carlos. No hay dolor más grande.
En cuanto a la mejor época yo creo que todas en el sentido de que soy muy optimista y una persona que está luchando por ser feliz y soy feliz.
Ahora con la Fundación Carlos Elizondo, IAP que constituimos en memoria de mi hijo, estamos ayudando a muchas gentes y a 37 instituciones y tenemos un gran número de becados y seguimos trabajando aumentando su cobertura.
-- ¿Qué es lo que le preocupa más ahorita?
Mi familia, mis 4 hijos y mi hija María Paula quien tiene 24 años, se recibió emn Negocios en la Univerisdad de Notre Dame y está iniciando su incusrión en el trabajo profesional. Me preocupa y mucho toda la situación que hay y ver cómo hay gente que no tiene capacidad ni interés en involucrarse en la solución de los problemas.
-- ¿Lo que más le agrada?
Mi familia, definitivamente.
Tengo una gran afición por los caballos, crío caballos, me gusta mucho ganar, pero no me afecta perder.
La afición a los caballos es un hobby en el que yo trato de salir a mano y de no perder.
Creo que el asunto de los caballos es un entretenimiento, me gusta, trato de tener los mejores, hemos ganado en todos los hipódromos de California, Estados Unidos, ahorita tenemos dos caballos corriendo allá, en fin nos divertimos con eso.
-- ¿Qué le hace reír?
Siempre ando buscando cosas que me diviertan, mis hijos me hacen reír, mis nietos, mis nietas, tengo muchos amigos que me hacen muchos reír, el mismo Catón, y siempre ando buscando divertirme. Me gusta mucho la lectura y la música, toda, depende del estado de ánimo que ande, pero me gusta Beethoven como clásico, Álvaro Carrillo porque era agrónomo y trabajamos juntos, incluso anduve con él cuando él cantaba; fui muy amigo de Lola Beltrán que era de El Rosario.
-- ¿A qué personas admira más o cuáles son sus héroes?
Hay mucha gente que admiro, yo admiro mucho a Juan Pablo II, ahí estoy con él en el Vaticano (señala una fotografía), muy agradecidos con él, pues nos ayudó a traer a la Orden Salesiana a Los Mochis.
Otra persona que admiro mucho es Winston Churchill fue un verdadero líder de los aliados, salvó a Inglaterra de que fuera invadida por los alemanes y fue un tipo que además era escritor, pintor, político... un todólogo.
-- ¿Cuál es la fórmula que ha aplicado en su vida empresarial?
Mira, primero tienes que aprender de los fracasos. Yo he formado muchas empresas y tengo solamente 13. Además, tiene que gustarte lo que haces para que el trabajo no sea un trabajo, sino realmente una manera de divertirte en la vida. Una de las cosas más importantes es rodearse de gente buena y trabajar de acuerdo a tus valores.
-- ¿Qué le falta por hacer?
Me falta seguir dándole gracias a Dios. Me falta preparar mejor la sucesión, me falta dejar bien integrados a mis hijos. Quisiera yo que el Grupo Ceres prevalezca y crezca. Nació conmigo. La historia dice que estos negocios sólo el 30 por ciento sobrevive la segunda generación, el 10 por ciento sobrevive la tercera generación; entonces yo quisiera que mis hijos juntos, mis nietos y mis bisnietos hicieran de esto algo que siguiera derramando beneficios para mucha gente. Eso es lo que yo quisiera.
-- ¿Cómo se siente a los 80 años?
Hay que darle gracias a Dios por estos 80 años.
Trayectoria de Guillermo Elizondo Collard:
Nació en El Rosario.
Edad: 80 años.
Ingeniero Agrónomo egresado del tec de Monterrey
Agrónomo fundador del Inifap.
Agrónomo fundador de CIANO.
Responsable del programa de investigación de Hortalizas del Noroeste de México, para la Oficina de Estudios Especiales.
Presidente del Grupo Ceres que agrupa a 13 empresas.
Es miembro de:
Consejo regional de Banamex
Internacional Agribusiness Management Associatio
Asociacion Mexicana de Distribuidores de Fertilizantes
American Seed trade Association
Consejo Sinaloense de Hombres de Negocios
Codesin
Consejo de Nacional Financiera
Asociación de Almacenes Generales de Depósito
Consejo Nacional de la Fundación Mexicana para la Salud, IAP
Presidente de la Fundación Carlos Elizondo
Consejo Nacional Agropecuario
ENTREVISTA A EMPRESARIO SINALOENSE
Guillermo Elizondo Collard
Empresario
'Suicidas, partidos'
El Congreso de la Unión se ha convertido en un verdadero obstáculo, asegura el presidente del Grupo Ceres; llama a todos a unirse para sacar adelante al país; Sinaloa necesita un crecimiento constante, afirma
Guillermo Gallardo
El Congreso de la Unión se han convertido en un verdadero obstáculo, asegura el empresario Guillermo Elizondo Collard, quien califica de “suicidas” a los partidos de oposición.
El presidente del Grupo Ceres, que aglutina a 13 empresas, la mayoría del ramo de los agronegocios, califica al Mandatario nacional como un hombre bien intencionado que ha cometido fallas y errores como todos los presidentes, pero que ha tenido que cargar con un Congreso que no lo deja trabajar.
“No ha podido sacar la Policía Única, no ha podido lograr la reforma laboral, ni la política, ni las asociaciones público-privadas, ni la reforma fiscal. No caminan las cosas”, asevera al referirse a la falta de acuerdos en las cámaras.
Sobre el combate a la delincuencia organizada, reconoce que el Gobierno federal le tuvo que entrar porque se estaba perdiendo al país.
“Nos dimos cuenta que estaba perdido Tamaulipas y Michoacán; alguien los tenía que parar”, agrega.
“Sí ha cometido errores (Calderón), lógico, el paquete es muy grande, los mexicanos no somos fáciles de gobernar; la oposición aquí es una oposición suicida porque se están matando solos.
“Aquí falta la fuerza política para hacer la versión mexicana del Pacto de Moncloa que hizo España, donde todas las fuerzas políticas dijeron vamos trabajando por un objetivo común, pero aquí no”, expresa.
Ejemplifica que el IFE se fundó con puras personas imparciales, hasta que entraron los partidos a poner sus cuotas.
Ante el desgaste que hay en el país, Elizondo Collard propone a todos asociarse para sacar a México adelante.
-- ¿Qué tanto les ha perjudicado la inseguridad en lo personal y como empresario?
Eso nos preocupa mucho, por mis hijos, por mis nietos. Me preocupa mucho por mis empleados porque estamos con el Jesús en un hilo. El problema de la inseguridad está muy pesado.
Elizondo Collard considera que el problema del narcotráfico en Sinaloa y en el norte de la entidad no es tanto, sino que más bien la amenaza principal es la delincuencia común.
“Aquí te asaltan, te roban, te secuestran en todas partes, y nos hemos tardado a nivel nacional y estatal en mejorar las policías, mejorar los procesos legales porque están muy mal, mejorar las agencias del ministerio público y las cárceles”, señala.
El empresario sinaloense expone como un problema muy serio la corrupción y la impunidad.
“Pero te regresas al aspecto de la educación y al problema de creación de empleos. A nosotros los empresarios nos corresponde una parte importante de la solución porque tenemos que crear empleos, mientras que el gobierno tiene también mucho por hacer y mejorar”, subraya.
Malova, desesperado por hacer algo
Del Gobernador Mario López Valdez también piensa que es un buen hombre.
“Está desesperado por hacer algo por Sinaloa”, asegura.
Sin embargo, pide a Malova estar al pendiente de su gabinete para que si alguno no sirve lo cese de inmediato, pues debe rodearse de la mejor gente posible.
-- ¿En estos nueve meses cómo ha visto al Gobierno de Malova?
Mario ha tenido una pésima suerte, porque eso de que lo reciban con una helada está pesadísimo, continúa con la falta de agua que también es pesadísimo, y luego se asoma a ver que hay en la caja fuerte y no encuentra nada.
Además, lógicamente Mario tiene un gobierno de coalición donde están priistas, panistas, perredistas, entonces se necesita mucha habilidad para poner a trabajar a un equipo así.
No a la política
El miembro del Consejo Sinaloense de Hombres de Negocios revela que en diversas ocasiones lo han invitado a incursionar en la política, pero él decidió no hacerlo y dedicarse de tiempo completo a sus negocios.
"A mí me han ofrecido tres veces la presidencia municipal (de Ahome), ya sabes como se ofrecen aquí; una diputación federal, dos veces la Secretaría de Desarrollo Económico, y desde la primera vez dije que no y así seguí diciendo que no".
-- ¿Por qué no le entró a la política?
Siempre he pensado yo que es muy difícil estar en las dos cosas. O te dedicas a una o a otra cosa, porque te tienes que dedicar en cuerpo y alma a tu vocación.
Yo sí tengo la vocación de servir, pero la política aquí en México es más de servirse la gente; entran a la política a ver que se llevan. Y la gente honesta y que iba realmente a servir como Maquío ya ves como termina, porque mi amigo Maquío era una persona limpia, de muy buenos sentimientos, era un tipo de pelea...
Hay que hacer crecer a Sinaloa
Elizondo Collard fundó en 1960 su primera empresa dedicada a la comercialización de insumos agrícolas en el noroeste de México y a partir de esa fecha ha creado y presidido más de 60 empresas.
Actualmente es presidente del consejo de administración del Grupo Ceres que está integrado por 13 negocios, principalmente del ramo agropecuario, dando empleo a mil 200 personas, con lo que se ha convertido en uno de los empresarios más importantes del país.
Entre las empresas que dirige están Semillas Ceres, Seferssa, Agroequipos del Valle, Agrocapital, Mercanta, Terminal Transoceánica de Topolobampo, Inmobiliaria Ceres, entre otras.
Al empresario le preocupa la situación económica de Sinaloa, por lo que llama a la Iniciativa Privada y al Gobierno a crear riqueza.
"Yo siento que Sinaloa, si ahorita nacieran 10 a 20 empresas que en 5 años estuvieran vendiendo más de mil 500 millones de pesos al año, crecería el Producto Interno Bruto de Sinaloa de una manera importante, porque el PIB del estado participaba antes con el 2.7 por ciento nacional y nos bajamos al 2.1", indica.
Mientras que en los primeros 6 meses de este año algunos estados como Querétaro, Aguascalientes y Guanajuato crecieron más del 8 por ciento, revela que Sinaloa decreció un 5 por ciento por el problema de las heladas que devastaron en febrero los cultivos del ciclo otoño-invierno.
"Eso hay que revertirlo", dice, "y para eso se necesita que los empresarios le metan, por supuesto con el apoyo del Gobierno".
Reconoce que hay un entorno negativo para el próximo año por la crisis agrícola de 2011, por la falta de agua para el otoño-invierno derivado de la baja captación en las 11 presas del estado, así como por la propuesta del Gobierno federal de disminuir el presupuesto para el sector agropecuario.
"Una es la situación actual con las heladas, se acaba el otoño-invierno, sembramos el primavera-verano y se usa el agua dos veces; luego viene la sequía y entonces no hay agua.
"Ahorita las autoridades están diciendo que vamos a hacer un programa de ahorro de agua, lo que a mí me da mucha tristeza porque tú no puedes ahorrar lo que no tienes, el ahorro del agua era cuando había, no ya que se acabó".
-- ¿Entonces qué está pasando en Sinaloa?
Cuando tú te asomas hacia atrás, la economía de Sinaloa es de ciclos buenos, años malos, oscilantes, y eso no puede ser. Sinaloa necesita un crecimiento constante. Los huecos los tenemos que eliminar. ¿Cómo los vamos a eliminar?, lo más importante es el agua.
El empresario del ramo agropecuario dice que el Gobierno debe hacer una mejor planeación del vital líquido a largo plazo que garantice que el agua que llega a las presas va a ser suficiente para no tener problemas.
"Lo que pasa es que la usamos muy mal y la tiramos", asevera el también presidente de la Fundación Carlos Elizondo.
Se pronuncia porque los productores paguen el agua por volumen y no por hectárea porque actualmente el líquido se está desperdiciando.
"El agua de la presa a la parcela probablemente se pierda un 40 por ciento, pero el agricultor aparte riega de día y no de noche, además, tira las colas; los drenes y los mares están llenos de agua de riego que se tira", agrega.
-- Otro problema es el entorno nacional con un presupuesto federal deficitario. ¿Cómo ve el escenario de 2012 con esta situación?
No creo que el Gobierno federal deba castigar a la agricultura, al contrario debe ayudar.
El dueño del Grupo Ceres señala que el agricultor se tiene que convertir en empresario, donde la agricultura sea económicamente rentable como actividad, además tiene que asociarse para darle valor agregado a los productos que cosecha.
Elizondo Collard hace un llamado a los productores para pensar más a largo plazo.
"Qué pasa en Sinaloa, que somos muy cortoplacistas y estamos pensando nada más en cosechar tomates y otros productos y venderlos sin ningún valor agregado".
Otro aspecto básico para los agricultores, asegura, es el de la investigación, el desarrollo y la tecnología.
En Sinaloa hay institutos y organismos de investigación que no están vinculados con los productores, puntualiza.
"La vinculación no es más que un escaparate político para que tú y yo nos retratemos y no funcionan esos convenios porque son situaciones más políticas que reales", manifiesta.
Prevé Ceres crecimiento
A pesar del entorno económico negativo, informa que Grupo Ceres prevé tener un crecimiento del 10 por ciento para 2012 y que para ello están buscando innovar y diversificar sus servicios y productos.
Da a conocer que están buscando la distribución de John Deere en Argentina y Brasil, así como asociaciones con agricultores de Estados Unidos, como una forma de ir al mercado internacional.
"Nosotros tenemos que seguir creciendo en el futuro, tenemos que diversificarnos, ir al mercado exterior con las semillas, pero también con otras muchas cosas. Hemos hecho convenios con agricultores americanos para comprarles a ellos y vender en cualquier parte del mundo y ellos también están esperando comprarnos los productos mexicanos.
"Vemos el problema que habrá el año próximo pero no nos quedamos llorando el problema, sino estamos ocupándonos", añade.
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