Ejidatarios, en 'peligro de extinción'
Ejidos en crisis
Se disparan la venta y renta de parcelas ejidales en Sinaloa; el sector social se va quedando 'mocho' y emerge una especie de neolatifundio; más del 60 por ciento del maíz es producido sólo por alrededor de 300 productores
Guillermo Gallardo
Primera de dos partes
El ejido está “mocho” y se encuentra en crisis.
En Sinaloa hay una nueva realidad en el campo donde ha resurgido el acaparamiento de tierras en unas cuantas manos, debido a la venta y renta de parcelas ejidales.
Incluso, investigadores y dirigentes campesinos se atreven a ponerle nombre: neolatifundismo.
Un dato que ilustra lo anterior: de las poco más de 500 mil hectáreas que se siembran de maíz cada ciclo otoño-invierno, alrededor de 300 mil son cultivadas por cerca de 300 productores, los cuales tienen en promedio mil hectáreas, aunque hay quienes poseen más de 2 mil. Es decir, alrededor del 60 por ciento de la actividad la controlan los grandes agricultores.
Para el investigador de la UAS, Óscar Aguilar Soto, especialista en el tema agrícola, la tendencia es a privatizar de manera absoluta el campo, e incluso, dice, actualmente el sector privado tiene acaparado el proceso productivo de Sinaloa, dejando de lado al campesino, quien prefiere vender o rentar sus tierras.
Juan Guerra Ochoa, Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno del Estado, reconoce que en la entidad se está ante el surgimiento de un nuevo esquema que podría llamársele neolatifundio.
“Las mayores producciones que se dan en Sinaloa, más que el viejo concepto de latifundio, es el que se producen miles de hectáreas por la vía de la renta, parece que estamos ante un neolatifundio donde no basta con comprar la tierra, sino sólo con rentarla y sobre esa base usufructuar”, indica.
Los cambios
El 6 de enero de 1992, el Congreso de la Unión, a solicitud del entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari, reformó el artículo 27 Constitucional con el que se abre al mercado la tierra ejidal.
A casi 20 años de los cambios, de acuerdo con información del Registro Agrario Nacional, en Sinaloa han adoptado el dominio pleno (convertirlo en propiedad privada) 203 núcleos agrarios, de manera total o parcial.
Everardo Gaxiola Gaxiola, delegado del RAN, informa que la superficie total que ha adoptado el dominio pleno son 57 mil 652 hectáreas, con la generación de 5 mil 978 títulos de propiedad, beneficiando a 4 mil 453 personas.
En la entidad hay 3 millones 872 mil hectáreas que pertenecen a mil 303 núcleos agrarios, entre tierras agrícolas, ganaderas y forestales, con 152 mil 779 ejidatarios y comuneros. De este total, sólo el 1.49 por ciento han optado por privatizar sus posesiones.
Gaxiola Gaxiola expone que los ejidos que han adquirido el dominio pleno son principalmente aquellos que están siendo absorbidos por las manchas urbanas de Culiacán, Mazatlán y Ahome, principalmente.
“Las causas que más motivan la conversión de régimen social a propiedad privada es la necesidad de créditos por la banca privada porque una propiedad social es inembargable, además de las necesidades de desarrollo de zonas turísticas, urbanas e industriales sobre áreas ejidales”, asevera.
Pero, hay otra forma de venta de parcelas que se está dando y se le llama enajenación de derechos parcelarios que se registra mediante un contrato. Sin embargo, la tierra sigue siendo ejidal, pero con nuevo dueño.
El delegado del RAN reconoce que la venta de parcelas se da principalmente porque la tierra en Sinaloa ha adquirido mucho valor.
“Sí, en los últimos tiempos ha sido muy significativa la venta de parcelas. Aquí en Sinaloa es un trámite muy socorrido, yo creo que es de los principales estados del país donde se da más por la vocación agrícola del estado.
“Se da mucho la transmisión de derechos vía contratos de enajenación ya sea gratuito u oneroso, se da en un promedio de 7 mil a 8 mil trámites al año, producto de un contrato de enajenación, son tierras que se quedan en el mismo ejido pero que cambian de dueño”, agrega.
Sin embargo, para el funcionario el ejido en Sinaloa es una institución jurídica fuerte ya que en Sinaloa el 70 por ciento de la superficie total se ubica en la propiedad social. De ésta, casi 95 por ciento es de régimen ejidal.
De acuerdo con el Censo Agropecuario 2007 y el IX Censo Ejidal realizado por el INEGI, en los últimos 10 años han cambiado de dueño en el País 3 millones 97 mil 658 hectáreas en 20 mil 989 ejidos y comunidades, superficie casi similar y comparable al total del sector social sinaloense.
De este universo, en el estado han sido enajenadas 179 mil 372 hectáreas en mil 22 ejidos o comunidades agrarias, ubicándose en el quinto lugar nacional, sólo abajo de Hidalgo, Coahuila, Sonora y Veracruz, reporta el INEGI.
La renta, principal problema
Pero la venta de tierras no es el principal problema.
Especialistas, dirigentes campesinos y funcionarios de gobierno coinciden en que lo que más prolifera es la renta.
Aguilar Soto revela que un equipo de investigadores de la UAS, conjuntamente con funcionarios del Centro de Estudios de Desarrollo Sustentable para la Seguridad Alimentaria de la Cámara de Diputados federal realizaron un estudio sobre lo que está sucediendo en el campo sinaloense, principalmente en lo relativo a la nueva apertura del mercado de tierras ejidales.
“Nosotros, preocupados por este tema, hicimos un sondeo en los principales valles agrícolas de Sinaloa ubicados en Culiacán, Navolato, Salvador Alvarado, Angostura, Guasave y Ahome. Establecimos una serie de entrevistas para conocer la situación”, dice.
El docente de la UAS comenta que primero pensaban que la tierra se estaba vendiendo en mayor medida y que la renta era de menor peso.
Informa que el resultado del estudio fue sorprendente, porque de cada 10 ejidatarios entrevistados, ocho tenían rentadas sus tierras, uno la vendió y otro la conserva.
“Muchos de ellos emigraban a Estados Unidos a trabajar en actividades del campo, otros a Culiacán en busca de mayor ingreso, pero la mayor preocupación es que una gran cantidad de los hijos tampoco se dedican a la actividad y algunos a actividades ilegales”, expone.
Otro dato revelador es que en los valles se está dando el acaparamiento de tierras en unas cuantas manos, e incluso, cita, personas que se dedicaban antes sólo a la compra de granos, hoy han acaparado todo el proceso productivo sembrando grandes extensiones de tierra.
“Todos sabemos quién controla el valle de San Lorenzo, esta persona no sólo les renta sino que está comprando la tierra del sector social”, denuncia.
El dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias, Germán Escobar, reconoce que muchos ejidatarios están vendiendo o rentando sus parcelas.
“Nosotros estamos convocando a los ejidatarios a que no vendan su parcela, que la renten si no pueden sembrarla, porque ya ve como está el asunto de los créditos, ha habido años malos y la gente pues muchas veces tiene que tener ingresos para la familia. Ya ve que el año pasado no hubo utilidad”, justifica.
-- ¿Por qué se está dando este fenómeno, a que lo atribuye?
-- A las políticas públicas hacia el campo. Ahorita hay poca rentabilidad. Sembrar una hectárea de maíz cuesta 20 mil pesos con todo e insumos y si vendimos el año pasado a 2 mil 200 ¿cómo ve las cuentas? Y si levantan 8 ó 9 toneladas por hectárea. La media son 10, pero hay muchos que cosechan menos, por ejemplo ahorita levantan 6, 7 y 8, afortunadamente el precio es rentable, pero el año pasado estaba bajo.
Asevera que si el campesino no puede pagar el crédito, tiene que vender la parcela para pagar, o en el mejor de los casos rentarla.
-- ¿Cómo está el problema de la renta de tierras?
-- En el norte se da mucho eso, en todos lados se está dando eso porque no es costeable. Se tiene que rentar hasta maquinaria y con 10 hectáreas no es redituable.
Manifiesta que desde que se reformó el artículo 27 Constitucional empezó a formarse un nuevo latifundio.
Side
Pueden desaparecer: UGOCM
Para Alfredo Gallardo Velarde, dirigente de la Unión General de Obreros y Campesinos de México, Lázaro Cárdenas, el ejido puede desaparecer y esa posibilidad surgió luego de que Carlos Salinas de Gortari reformara la Constitución.
“El campo está viviendo momentos difíciles porque la agricultura ha sido un fracaso en los últimos años y por ello muchos optan por salirse de la actividad y abandonar la tierra”, indica.
Pero lo peor del caso es que está quedando en manos de unas cuantas personas, advierte el dirigente campesino.
“Ahí el peligro es que vuelve otra vez el latifundio y otra vez va a venir otra revolución... eso es lo que están propiciando los cambios a la Constitución. Si no me va a tocar a mí, les va a tocar a otros luchar por la tierra de nuevo”, vaticina.
-- ¿El productor de riego pequeño que está haciendo?
-- Está emigrando a las ciudades la mayoría de los ejidatarios porque no tienen créditos para sembrar y prefieren rentar, es ahí donde está la renta masiva de terrenos. No son productivos...
Ahorita el 50 por ciento de los ejidos están mochos; se han vendido cientos de hectáreas...
Incluso, hay gente que renta hasta 3 mil hectáreas de maíz con todo y apoyos del Procampo.
Mañana:
Urge rescatar al ejido
Recuadro
El 'pastel' social
De acuerdo con el IX Censo Ejidal del INEGI en 2007, en el país hay 31 mil 518 ejidos y comunidades agrarias. El 91.9 por ciento son ejidos y el 8.1 por ciento restantes son comunidades agrarias.
Los estados con más ejidos son Veracruz, Chiapas, Michoacán, Oaxaca y Guanajuato, los cuales concentran el 40.3 por ciento de las propiedades sociales de México.
En promedio, detalla el censo, cada ejidatario, comunero o posesionario con parcela, tiene 7.5 hectáreas.
Del total de la superficie agrícola, sólo el 19.8 por ciento es de riego y el 80.2 por ciento restante es de temporal.
En Sinaloa hay mil 303 ejidos y comunidades agrarias donde trabajan 166 mil 257 ejidatarios, comuneros y posesionarios de tierra social.
Recuadro
Las reformas
El 6 de enero de 1992 se reformó el artículo 27 Constitucional sobre la propiedad de la tierra y los recursos naturales. También se cambio la Ley Agraria.
El artículo original plasmado en la Constitución de 1917 establecía el reparto de la tierra para todos los que carecían de ella, existiendo trámites de dotación de ejidos.
La tierra ejidal o comunal no se podía vender, embargar, hipotecar ni preescribir.
Establecía límites a la propiedad privada con un máximo de 100 hectáreas de riego; 200 has. de temporal; 300 de cafetal; 8 mil has. de bosque.
No se permitía a las empresas ser dueñas de tierras.
Con las reformas establecidas por el Congreso de la Unión a petición del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, se decretó el fin del reparto agrario a partir de 1992; se abre al mercado la tierra ejidal o comunal, es decir, se les quita su carácter de invendibles, inembargables e imprescriptibles, permitiéndose así la venta de tierras a la propiedad privada.
Se permite también que las sociedades mercantiles puedan ser propietarias de predios 25 veces más que lo permitido para un propietario individual (hasta 2 mil 500 has. de riego).
Frases
“Se da mucho la transmisión de derechos vía contratos de enajenación ya sea gratuito u oneroso, se da en un promedio de 7 mil a 8 mil trámites al año...”
Everardo Gaxiola Gaxiola
Delegado del RAN
“Nosotros estamos convocando a los ejidatarios a que no vendan su parcela, que la renten si no pueden sembrarla...”
Germán Escobar
Dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias
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