martes, 29 de noviembre de 2011

DESAPARICIONES FORZADAS




'¿Por qué me hablas, apá?...'


Miguel Ángel Rojo Medina fue privado de su libertad el 4 de julio de 2009 y a la fecha no ha sido localizado; el caso permanece impune como otros 253 más



Guillermo Gallardo
Segunda parte

(Publicada en el periódico Noroeste)
Miguel Ángel Rojo Medina se despidió de su hermana Alma Rosa a las 20:30 horas del sábado 4 de julio de 2009 y le prometió volver a Obispo al siguiente día... Pero ya no regresó.
Durante la tarde había organizado una carne asada con motivo del término de la zafra para los trabajadores que diariamente llevaba a los campos hortícolas.
Por la noche se dirigió en su camioneta hacia Estación Obispo.
A las 21:00 horas, luego de llegar a su vivienda, salió a llenar de agua un garrafón a una potabilizadora que se encuentra cerca.
Luego de 20 minutos regresó y metió de reversa su camioneta a la cochera.
Bajó de la unidad el garrafón con agua y al ponerlo en el piso llegaron varios individuos y se lo llevaron.
El vehículo quedó con las llaves puestas y una de las puertas abierta.
Desde entonces no lo han vuelto a ver.
Su hija Yohana Loreto Rojo lo escuchó por última vez a las 21:40 horas cuando Miguel Ángel le habló para saber como estaba. Ella le contestó extrañada que bien y que se encontraba en su casa.
“¿Por qué me hablas, apá?”, le preguntó Yohana, ya que por lo regular no acostumbraba a llamarla por teléfono.
“Te hablo para decirte que voy para Culiacán”, anunció. '¿A Culiacán, apá, a estas horas?, ¿Con quién?'.
Pero ya no respondió. Su celular se quedó “mudo”.
Preocupada, Yohana les comentó a su tía Alma Rosa y a su mamá: “Algo le pasa o le va a pasar a mi papá porque me habló para preguntarme cómo estaba y me dice que va a Culiacán, ¿a qué va a Culiacán?...”.
A partir de ahí inicia el vía crucis de la familia. Miguel Ángel ya no apareció... De eso hace ya dos años y cuatro meses, tiempo en que el caso permanece impune, como otras más de 253 desapariciones forzadas en Sinaloa, desde 2007 a le fecha.


¿Por qué no hay justicia para los pobres?

Su hermana Alma Rosa dice que desde esa noche lo buscaron. Incluso fueron a la casa de donde se lo llevaron y sólo localizaron la camioneta.
“Al día siguiente fui al Salado a ver si me podían ayudar y me dijeron que no podía interponer la denuncia hasta 72 horas después, porque eso es lo que determina la ley. Hasta el tercer día fuimos a interponer la denuncia... Pero en el transcurso de ese tiempo qué tanto no puede pasar”, señala.
El Gobierno, denuncia, le da tiempo a los maleantes para que hagan y deshagan con la persona que se llevan.
La Procuraduría General de Justicia del Estado inició la averiguación previa y fueron a Estación Obispo a investigar, pero no lograron nada.
Más que una ayuda, después la PGJE se convirtió en un obstáculo, afirma.
Alma Rosa recuerda que le hicieron un plantón al entonces Gobernador Jesús Aguilar Padilla pero no los recibió, sólo los atendió su secretario.
“Yo le dije por qué no hay justicia para nosotros los pobres... necesitamos tener millones de pesos. Yo más bien veo que apoyan más a la delincuencia que a nosotros... Eso es lo que veo. Incluso una vez le dije a la Procuraduría que estábamos como en la película El Infierno”, revela.
Al mes de desaparecido fue encontrado un cuerpo cerca de Higueras de Abuya, para lo cual la familia pidió que se le realizara la prueba de ADN.
“Según la PGJE la había mandado hacer, pero duraron siete meses teniéndome engañada de que estaban esperando resultados, pero nos dimos cuenta que eran mentiras, entonces le hicimos otro plantón al Gobernador y nos asignaron otro fiscal, pero no avanzó el caso”, expone Alma Rosa.
La familia del desaparecido pidió otra prueba de ADN porque no confiaba en la PGJE, para lo cual se exhumó el cadáver.
“Yo creo que ese cuerpo es el de mi hermano porque no hay otro desaparecido en los alrededores. Siempre he andado detrás de ese cuerpo aferrada porque me da la corazonada de que es él...”, cita.


'Era trabajador...'


Miguel Ángel nació en Obispo en el año de 1962 cobijado por sus padres quienes mantuvieron a sus siete hijos con el producto de la tierra.
De chico sólo estudió hasta el cuarto año de primaria y prefirió dedicarse a las labores del campo.
Al fallecer su papá heredó las tierras y por un tiempo las sembró, pero más tarde vendió una parte y se compró un camión para trasladar jornaleros.
A eso se dedicaba desde hacía 14 años cuando fue desaparecido por varios delincuentes.
“Jamás ha andado de 'malandrín'... siempre trabajó. El delito de él es que era muy enamorado, le gustaban mucho las mujeres... pero nada para desaparecerlo. ¿Por qué nos hicieron eso?”, lamenta Alma Rosa.
La víctima deja desamparados cinco hijos, quienes claman por su padre.


¿Dónde está?

Alma Rosa demandó todo el apoyo de la Procuraduría para que las investigaciones avancen y los conminó a trabajar como debe de ser para dar con el paradero de su hermano, así como de otros 253 casos más, porque las investigaciones nunca avanzan.
“Desgraciadamente las personas tienen miedo buscar, tienen miedo denunciar. Por miedo no hacemos nada, eso es lo que les digo a mis hermanos, porque nadie me ha querido apoyar nunca porque tienen miedo”, agrega.
“A veces he querido tirar la toalla porque se me hace imposible no poder hallar a mi hermano. Jamás se me va a olvidar, si el cuerpo que se encontró es el de mi hermano, por como lo vi, nunca voy a olvidar eso que yo vi”.
“No quiero venganzas. Lo único que quiero es encontrar los restos de mi hermano para poder tenerlo en un lugar donde ponerle una flor”, exclama.
Las esperanzas de encontrarlo con vida son muy pocas, casi nulas, más bien, Alma Rosa busca el cuerpo para darle cristiana sepultura.
Como ella, muchas familias que han sufrido la desaparición forzada de un ser querido esperan por meses y años noticias que quizá nunca lleguen.
Desconocen si algún día aparecerán vivos o muertos, pero no se resignan ni se hacen a la idea de su pérdida. Son heridas que jamás sanarán.



BREVES


CASOS IMPUNES
La Procuraduría General de Justicia del Estado no ha logrado esclarecer la mayoría de las desapariciones forzadas de personas en Sinaloa. Estos son algunos casos:

Interceptado

El supervisor de la Policía Ministerial del Estado, Ampelio Angulo Cobarrubias, salió a trabajar a Mocorito de su domicilio en Guamúchil, a las 16:00 horas del 6 de julio de 2011.
Cuando se trasladaba a bordo de un taxi colectivo, sujetos desconocidos lo interceptaron y se lo llevaron, sin que hasta la fecha se sepa de él.

Lo sacan de su casa

A las 19:00 horas del 10 de octubre del presente año, Tomás Jesús Gaxiola Ávila se encontraba descansando en su casa, en Los Mochis, cuando fue sorprendido por cuatro individuos que portaban armas largas y cortas, quienes se introdujeron en su domicilio.
Los delincuentes sacaron a la víctima por la fuerza y después de herirlo de bala en un pie, lo subieron a un automóvil Honda blanco, cuatro puertas, de modelo reciente.

Se lo llevan

José Alberto Medina Valenzuela, de oficio herrero, salió a las 12:00 horas del 8 de agosto de 2010 con un cliente en Culiacán para hacer un trabajo en su casa y al llegar al domicilio del cliente, fue privado de su libertad por aproximadamente cinco sicarios armados y vestidos de negro. Desde ese día su familia lo busca.

Plagian a dos

El 9 de septiembre de 2008, a las 18:30 horas, Jesús Iván Guerra Ochoa acudió al panteón Jardines del Humaya, en Culiacán, al sepelio de dos vecinos.
Al retirarse, luego de terminar la inhumación de los cuerpos, llegó un grupo armado en varios vehículos, quienes lo sometieron y se lo llevaron con rumbo desconocido.
En ese mismo hecho fue desaparecido también Miguel Bernal Alvarado, de 32 años.

Otros polis

El comandante de la PEP, Miguel Ángel Sariñana Cortés y el agente Roque Salazar Esparza fueron desaparecidos con todo y el vehículo en el que viajaban por un grupo armado el 22 de diciembre de 2004, en las inmediaciones de Bacurimí.
Los policías pertenecían al grupo Águila, el cual fue el primero en perseguir e intercambiar disparos luego del ataque y asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes y su esposa Giovana Quevedo en un centro comercial, el 11 de septiembre de ese año.

Desaparecido

Paulo Gerardo Nájera Urías, de 21 años, de esta capital, salió de su domicilio a las 12:00 horas del 14 de abril de 2008 a bordo de su vehículo General Motors modelo 1997, color blanco, con rumbo al mecánico, pero en el camino fue interceptado y desaparecido.

Los 'suben'

A las 20:00 horas del 4 de octubre de 2002, llegaron cuatro hombres armados a la taquería San Martín, ubicada en Pascual Orozco y Bahía de Altata, en Nuevo Culiacán, los cuales realizaron una revisión a clientes y empleados. Luego de verificar quiénes se encontraban en el lugar, se llevaron a Carlos Alberto Ortiz Araujo.

Con información oficial de la PGJE.
Como éstos hay cientos de casos.

Recomendaciones
El informe sobre desapariciones forzadas en México 2011 realiza siete recomendaciones:

+ Que el Estado mexicano cumpla con sus obligaciones en materia de investigación, persecución y sanción de casos de desaparición forzada de defensores de derechos humanos, así como las amenazas, hostigamientos y ataques contra defensoras y defensores de personas desaparecidos.
  • Que el Estado establezca un registro público nacional de personas desaparecidas forzadas.
  • Que se implemente una instancia especializada para la búsqueda de personas desaparecidas, así como un órgano independiente e imparcial que permita resguardar y proteger muestras de ADN.
  • Que se establezcan protocolos de actuación más efectivos en materia de investigación de los hechos y persecución de los responsables de este delito.
  • Que el Estado destine mayores recursos a la capacitación y contratación de personal calificado para la investigación.
  • Que se sancione efectivamente a los elementos de las fuerzas armadas involucrados en casos de desaparición forzada en el contexto actual de militarización de la seguridad pública.


Cuándo sucede
Una desaparición forzada ocurre cuando una persona es privada de su libertad en contra de su voluntad por parte del Estado o por terceras personas con la autorización, complacencia u omisión del Gobierno. Por lo regular las víctimas no son localizadas. Actualmente la delincuencia organizada realiza este tipo de actos.


Intervención
de la ONU
En diciembre de 2006, la ONU adoptó la Convención Internacional de Protección Internacional para todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

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